jueves, 25 de septiembre de 2008

Musica para mis oidos

Lo necesitaba, esa rara mixtura de emociones y alegrías, música para mis oídos, alimento de almas desnutridas; resulta normal explicar que la vida viene golpeando bajo, personalmente volteándome a cachetazos, pateándome ensañadamente en el suelo, escupiéndome su tétrica realidad.
Realmente lo necesitaba; es que mi ancestral paranoia sigue siendo tan acertada!, me levanto con malos presagios, vivo esperando malas noticias; amistades que se alejan por malos entendidos, sumados a un tonto orgullo que nos envenena; mi hijo es asaltado en su puesto de trabajo y arriesga su vida por lo ajeno; las noticias distorsionadas por un punto mas de audiencia; intereses mezquinos avalados por el poder de turno; los dueños del mundo aseguran hablar con Dios; cualquier mentira tiene mas crédito que la pobreza; un sistema egoísta que se promociona perfecto por defecto.
Es demasiado para un solo hombro, soportando adversidades; por suerte, destino o Dios que aprieta pero no ahorca, me arroja con músicos tan vitales!, que en recital espontáneo llenan mis oídos con esa música tan sana, ruidosa, roncadora; ejecutada así nomás con viejos instrumentos, algunos abandonados por la modernidad, recuperados como perros callejeros, amados emblemáticos, aunque lentos, veloces para encantar;




tripulados por abuelos con tanta valentía, que avergüenzan a todo aquel tan pesimista como yo; piloteados por jóvenes con el espíritu de aventura que siempre me faltó, supuestamente serán mis ojos y disfrutaré por los suyos;



propiedad de amistades que se forjan en la adversidad, de donde menos lo esperaba; cargadas de familias completas festejando sanas humanidades;



simpatizantes a mi hija aun con sus planes de bodas, un pequeño triunfo de su esperanza contra la realidad; pinceladas con la utópica cadena de favores, que la sabemos ínfima, sin embargo esperanzadora; pequeño ejemplo a mis hijos, de que un mundo mejor es imposible, solo necesitamos enfocar y aunar esfuerzos, en construir oasis, donde ser felices!, a pesar del desierto.