martes, 18 de diciembre de 2018

Aníbal. 06/08/2017

Hoy por la tarde, Yanet vino con noticias de Aníbal, un compañero de trabajo que por esas malas rachas en la vida, está internado en el mismo Sanatorio, justo en la habitación en frente. Se encontró con su esposa en los pasillos, e inevitablemente se pasaron los partes médicos. Lo mío no es joda!, aunque todos mis familiares hagan el esfuerzo por demostrarlo, nadie me puede garantizar la recuperación; pero lo de Aníbal, ya sabíamos que era terminal; ahora Yanet me confirma que está irreconocible, muy delgado, anémico, pero sigue con ánimo y tiene fe de recuperarse.
Siempre idealice la muerte como algo oscuro, el fin de todo, la sentencia por la cual tengas pánico o no, no cambia en nada; el fin es inevitable para todos nosotros, pero cuando lo ves o presientes cerca, das cuenta de todo el tiempo perdido por estúpidas razones, por celos o rencores sin sentido, prejuicios por los cuales descartaste alguna oportunidad única; nadie a regresado para contarlo, aunque muchos literarios divaguen sobre el tema, seguirá siendo un tabú desgraciadamente comprobable, con tu propio fin!.
Hoy se abre la puerta de nuestra habitación, se asoma lo que queda de Aníbal, y saluda:
_Eh, Horacito como andas?.
El impacto visual me generó un terrible nudo en la garganta, tuve que tragar saliva varias veces para lograr contestarle.
_Aníbal!, bien, bastante bien por ahora; por lo menos sigo vivo!.
_Si, ya me contó Yanet; pavada de operación te ligaste; que suerte la nuestra no?.
_Si Aníbal, parece que sacamos todos los números.
_Si, fíjate como quedé yo!, piel y huesos, tengo que andar con muletas porque las piernas no me aguantan; estoy hecho una piltrafa.
_Los médicos dicen que puedo recuperarme!. Si zafo de esta, ya nos vamos a juntar a tomar algo.
_Si Aníbal, claro, aunque sea tomamos medicamentos juntos y brindamos con calmantes!.
_Ja ja Horacito, vos siempre haciendo bromas!. Después nos vemos y te alcanzo el diario La Capital, así te distraé un poco.
_De acuerdo Aníbal, nos vemos.
Fue la última vez que nos cruzamos; a él lo mandaron a su casa para que termine su destino; yo seguí luchando por recuperarme y agradeciendo no correr su misma suerte!.
Creo que nunca olvidaré su imagen, en la puerta, casi destruido por el cáncer y con ánimos de compartir largas charlas sobre futbol, nuestra patronal y sus programas favoritos en televisión.
A la semana falleció, solo que mi familia para no desanimarme, me contaron un mes después, la mala noticia!.

martes, 11 de diciembre de 2018

Bien cosido. 06/08/2017

Según mis médicos, pronto me darán alta hospitalaria; de esta forma corro menos riesgos de ligarme virus o bacterias indeseables, pero en realidad me suena a recambio de plazas disponibles, esa incómoda sapiencia de que todo es “negocio” en este rubro. Igual me consuela que tendré más intimidad en casa, menos gastos en tarjetas de crédito a mi cargo; en cuanto a los cuidados y curaciones, Dios me ampare, serán a cargo de la Yanet las 24 horas del dia!. Ante la consulta médica por nuestras habitaciones, ella muy suelta dijo:
_Siiiiii, ya nos vamos a organizar!.
Es su protocolo de organización lo que más miedo me da; siempre prioriza sus necesidades, todo lo demás es secundario; carga genes de la abuela gallega, la Ñata, esa que un día de mucha niebla viajando como acompañante, ante el pedido de limpiar el parabrisas, solo repasó su lado derecho y certificó:
_Ya está, ahora veo bien!.
Así comienza el largo listado de medicación, con dosis y horarios estrictos anotados en receta médica; ya llevo contadas 15 tomas en 24 horas, por lo tanto empiezo a cargar los horarios con alarma en mi celular, de otra forma sería alto riesgo depender de mi cuidadora nocturna para la administración.
Ya me sacan a caminar por los pasillos, acompañado por kinesiólogo; otra vez dando vergüenza con esa bata inversa, calzado de seguridad, despeinado alternativo de las pocas canas que quedan, tambaleando efecto de los calmantes, con el médico tomándome del brazo; no quiero ni pensarlo, seguramente debo verme muy similar a los primeros pasos de el joven Frankenstein en la película de Mel Brooks!.
Justo hoy, mientras caminábamos, nos encontramos con Javier, uno de los cirujanos que participó en mi bypass coronario y según me comenta, fue el encargado de cerrar mi esternón.
_Hola Don Achaval, como anda?.
_Eh!, ando.
No era el momento para recitarle todas mis quejas y reclamos.
_Está muy dolorido?.
_No, dolorido no, siento una molestia en el pecho, pero nada grave.
Me contesta con una sonrisa:
_Es natural mi amigo, sabe usted de que se trató su cirugía.
_Si Doctor, no me haga acordar!. Me duele un poco más cuando tengo tos.
_No se asuste, está muy bien cosido con alambre de acero inoxidable; le aseguro fehacientemente que no se va a descoser nunca.
_Ah, alambre de acero inoxidable?; bueno, quizás reciba mejor señal de mi empresa telefónica, ya que tengo antena incorporada!.
_No se Don Achaval, el tema en recepción de señal no es mi rubro.
Le causó gracia mi acotación, supongo que sonó ridícula; pero vino a mi memoria el primo Daniel, quien culpa de un accidente automovilístico se ligó una placa metálica en su cráneo y siempre hacia su acto de magia, tomando la antena de la radio Spica, aumentaba el volumen de señal!

lunes, 3 de diciembre de 2018

Aguante corazón!. 05/08/2017

Por la tarde llegó otro paciente para cirugía ambulatoria; Yanet se encargó de los protocolos con su familia, contar todo lo acontecido en esta fatídica semana, sus padecimientos y situaciones que nos alinearon en la misma habitación. Ellos viven en Pergamino, tienen una pequeña explotación agropecuaria, conocen a la misma cooperativa para la cual trabajo; por supuesto, tampoco pueden creer mi realidad en salud!; siendo tan sano, manteniendo un régimen natural en comidas, que termine con semejante cirugía.
Después de la cena, preguntan si pueden poner un programa en la TV, obvio que a estas alturas intentaba leer uno de los tantos libros me habían dejado mis hijos y no me preocupaba demasiado ver algo en televisión, así que les pasamos el control remoto y buscaron su programa preferido del sábado a la noche, en el Canal 13, La noche de Mirtha!. Mirá que hay canales interesantes, y justo me tiene que tocar como compañero de habitación, un fiel seguidor de la Señora!; miraba a Yanet y se me reía en la cara; disimuladamente, pero se reía, sabe fehacientemente mi resistencia a estos programas de entretenimiento, además con el agregado político del momento: María Eugenia Vidal, Eduardo Sadous, Toty Flores, Débora Plager y Carlos Roberts. Mientras la Señora enumeraba a cada uno de los invitados, me anunciaba que por más anestesia que me inyectaran, la tortura sería apoteótica!. Intento concentrarme en la lectura, pero es más fuerte la indignación por cada mentira escuchada, con su obsecuente corroboración de la conductora u otro invitado, ya que en esta oportunidad han inclinado la cancha totalmente hacia la derecha!.
Hay comentarios tan ridículos y mentirosos, que me causan el dolor similar a un golpe en los testículos!; decir que van a la Villa Itatí sin guardaespaldas, a las 7 de la tarde a tocar timbre!; naaaaaa, ni como cuento de Stephen King son creíbles; es escritor de ficción, pero le pone siempre algo de realidad para que sea más terrorífico.
Cerraba el libro como para pedir que bajen el volumen, por lo menos así sufro menos; pero Yanet me mira seria y agrandando sus ojos con el mensaje subliminal, “ni se te ocurra”; vuelvo a disimular abriendo el libro en cualquier parte, total ya se que no lograré leer ni una puta línea!. Trago saliva, pido agua, voy al baño y sigue el programa, respiro un poco en las publicidades, pero cada minuto que sigo escuchando temo por mi corazón averiado.
Seguramente esta prueba de salud mental no es para cualquiera, pero siempre me tocan a mí!, mantener la cordura bajo semejante tensión en contener los mil y un insultos de los que me vienen ganas, es un esfuerzo sobrehumano.
Cuando al fin termino el bendito programa periodístico desinformativo, me alivié tanto que me dormí al instante; según la Gallega, ronqué como nunca, como cuando sufro pesadillas!.

viernes, 23 de noviembre de 2018

No daba para más!. 05/08/2017

Hoy hubo cambios en el plantel de enfermeras; en lugar de aquella, que sugería éramos como familia, entro una piba de más o menos 30 años, flaca, alta, con tatuajes en los brazos; con el cabello como Annie Lennox, pero con el perfil, la seriedad y gestos de Nina Hagen en los 90!; digna representante de la raza aria, sin más palabras que las necesarias para el saludo o preguntarme si necesitaba algo; moviéndose con pasos largos, rápidos, casi con ritmo marcial.
Ya que seguía renegando con el bendito parche lumbar, la puse al tanto:
_Tengo problemas con el parche lumbar; se me está corriendo y me molesta, porque se pega en las sabanas.
Me quedó mirando fijo, como si dudara de mi cordura o de lo que le había dicho; miró a mi Gallega, que entrando en más detalles y con señas orientativas, le contó lo mismo. Entonces me inclinó hacia un costado, para que vea de cual parche hablaba.
_Ah, el parche!, perdón señor no le había entendido; bueno ya lo pido, así lo cambiamos.
Ya estoy perfeccionando el sistema para bajarme de la cama, sin usar mis brazos; que por sugerencia médica los sigo acomodando como dentro de un chaleco de fuerza; bajo un poco mi pierna sana, la otra está con costura de punta a punta, engancho el pie en el borde inferior de la cama, y haciendo todo lo posible con mis abdominales, me incorporo lentamente. Todo esto para no reincidir con la chata y el papagayo!. Claro, mi máximo punto de apoyo, era el famoso parche, por lo cual, cada intento por bajarme, se movía un poco más; como era de esperar, cuando uno es más Fierro que Martín, intento bajarme para ir de cuerpo y noto que el porfiado parche se desplaza más abajo!; como no puedo tocarme hago la triste proyección y doy cuenta de la tragedia a venir; mis necesidades eran imperiosas, por lo cual cundió el pánico y le dije a mi Gallega:
_Sacame el parche ya, que me cago!.
Casi de un salto y riéndose a carcajadas, levantó mi bata y de un tirón arranco el parche; fui lo más rápido que puede, me desplomé en el inodoro y liberé todo lo que tenía atrapado. Como es mi costumbre, me quedé unos minutos sentado por si reincidía; pero cuando intento incorporarme, me entero que estoy pegado al asiento del sanitario!; todo el adhesivo del parche, había quedado en mis nalgas; no lo podía creer!, tuve que pedir ayuda a la Gallega, para despegarme.
Entre risas e insultos, volví a la cama mucho más aliviado, si bien seguía un poco dolorido, reírme de mi suerte, resulta bastante positivo. A pocos minutos mas tarde, llega la enfermera bien en “Nina” y comenta:
_Bueno señor, ahora le cambio el parche lumbar.
Casi al mismo tiempo, como sincronizados, La Gallega y yo nos sonreímos y le explico:
_No querida, tuve un accidente con el parche; se corrió del todo hacia abajo, me tapó la única salida y no daba para más!, ya me lo quitó ella.
Si, fue la única vez que vimos reír a carcajadas a la enfermera; esta misma que parecía tan seria!.

sábado, 17 de noviembre de 2018

Vive! 05/08/2017

Explicar los sentimientos encontrados pos cirugía, llevaría demasiado tiempo; nadie en su sano juicio puede certificar que no molesta la incertidumbre, la impotencia de no tener certeza alguna si me están mintiendo, si son demasiados optimista con mi futuro, si el verdadero final de todo esta tan cerca, que me encontrará distraído maldiciendo mi mala suerte!.
Por las noches no puedo dormir, aunque se con seguridad que dentro de toda la medicación que me trago, hay relajantes; no logro poner la mente en blanco, distraerme con algún libro o mi adicción por internet, es imposible; no me queda otra, que lograr conversaciones intrascendentes con mi cuidador de turno, en voz baja para no molestar a los demás o mirar televisión todo el santo día!; normalmente le dedicaba muy poco tiempo a la tele, si no hay documentales, casi todo lo demás, es menos que basura!. Así que, en momentos donde el musculo duerme y la ambición descansa, mis proyecciones de futuro eran demasiado tétricas; la duda mayor y presunción irremediable, es que seguramente, de todas las ocupaciones laborales que llevaba, varias deberé abandonar por siempre: subir a los andamios, cargar objetos de mucho peso; talvez hasta conducir sea poner en riesgo a mi familia!; me tenía mas fe con mi actividades musicales, no creo que tocar guitarra, violín o el canto coral, afecte a mi recuperación?; aunque la inflamación de mis cuerdas vocales, debido a la sonda que tuve insertado en mi garganta por casi 20 horas; una de las kinesiólogas que me ayudaba a caminar por los pasillos, cuando se lo comenté, me tranquilizó con la certeza de que era muy común y que lo superaría en una par de días.
Otra de las reiteradas apreciaciones de los cirujanos en estos días, fue que después de una corta recuperación, volvería a mi vida “normal”!; eso no me lo creo, ni aunque me lo firmen con sangre; a lo mejor tendré que recalcular lo que se considera una vida normal?, pero ¿mi vida anterior, era normal?; ¿se considera normal no poder conciliar sueño por demasiadas deudas financieras?; ¿es normal, vivir tratando de adivinar de donde vendrá el golpe mortal, que te saque del juego?.
Eran demasiadas preguntas sin respuestas, o a considerar in situ las respuestas; me las hacia una y otra vez en mi mente, y me sumaba angustia de la fea, esa que no podes compartir si no es con un psicólogo, pues hasta la persona que te ama incondicionalmente, le daría miedo escucharte!; o no sabría consolarte más que con una mentira piadosa. Pero una de las preocupaciones recurrente día tras día, era mi salud sexual!; no tenía a nadie con experiencia que me aclarara si el sexo, está dentro de los parámetros de mi nueva vida normal?. Si, parece desubicado alguien que no sabe si seguirá con vida, se preocupe por algo meramente placentero; sucede que a medida ves el umbral, deseas ir más allá de la puerta; total el aquí me quedo, ya lo tengo asegurado.
Así que este mediodía, después de almorzar, me sorprende esa sensación, de la cual con tantas otras preocupaciones, ya había olvidado; VIVE!, si, no lo podía creer; lo tragicómico del momento, es que no podía contar o explicar el porqué de mi sonrisa y la siguiente preocupación de que nadie notara debajo de las sabanas, la erección!.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Cuidadora Nocturna. 05/08/2017

Ya llevábamos cuatro noches, sin descansar como corresponde; mis acompañantes dormitaban en el suelo, sobre una colchoneta de cuna; yo dormía de a ratos, durante todo el día por efecto secundario del Tramadol y de noche, versionaba una y otra vez la novela de mi vida con un final trágico!. Sumando, que los diuréticos me tenían orinando cada media hora, mis intestinos presagiaban salidas estrepitosas, y no lograba controlar muy bien mis esfínteres; establecía un combo complicado, no por riesgo de vida, sino que mi ego no se resignaba a la realidad.
Otra preocupación, surgía de las complicadas operaciones sanitarias:
_Sacame el papagayo y poneme la chata.
_Sacame la chata y volveme a poner el papagayo. No es fácil; además no entiendo como nadie se puso a diseñar un dispositivo que cubra las dos necesidades básicas de cualquier hombre?. En la mayoría de estas situaciones, no es simple discernir cuál de los dos canales debes habilitar o bloquear!, y un simple error de cálculo proporcionaría la vergüenza atroz de cualquier viejo. Asi que tenia a mi cuidadora nocturna, bastante ocupada durante toda la noche; en uno de los recurrentes pedidos, reaccionando como es su costumbre, acusó:
_Ay Paco, porque no te sentas en el inodoro y te tomas todo el tiempo que necesitas!. No parecía mala idea, asi que un poco tambaleando, sosteniendo el pie de donde cuelga el suero, me encaminé al baño de la habitación.
_Vos me llamas cuando termines. Con un poco de ayuda, me senté en el inodoro con toda la calma necesaria, para desarrollar mis necesidades.
_Te dejo la puerta abierta?.
_No Mami, que corre aire por la ventilación y me da frio.
_Haaaaa, vos y tus corrientes de aire!. Fueron varios minutos, como acostumbraba hacerlo en el baño de nuestra casa; replantie toda mi existencia, liberé mis tensiones y fue, lo que debía ser!. Transcurridos varios minutos, comienzo a sentir calambres en ambas piernas; ya había perdido la noción del tiempo, no tenía mucho por hacer, no había sueño, así que llame a mi “peor es el infierno mismo”.
_Negra!, ya terminé. No hubo respuesta alguna; vuelvo a insistir:
_Mami!, ya está, ayúdame a levantar. Sigue el silencio sanatorial…….
_Yanet!, me estoy acalambrando, vení ayudarme. El no tener respuesta, ya me empieza a preocupar.
_Gordi!, dale que no me puedo mover y ya no siento las piernas. Ni sonido!.
_Loca!, que carajo estas haciendo?. Es cuando la intriga me invade; donde se metió?; vuelvo a somatizar mi egocentritis (inflamación del ego); no me puede pasar esto!, no puedo moverme, tengo el pecho abierto al medio, no debo hacer fuerza con los brazos, no siento las piernas, estoy solo en el baño; veo un hilo rojo colgando al lado del inodoro y supongo que será para pedir ayuda!; pero como lo explico?, donde está mi cuidadora nocturna?. Ya harto de no tener respuesta alguna, se escapa por reflejo de mis genes vascos, un fuerte:
_Peroylareputamadre!.
Y es de no creer, pero evidencia que algunos solo respondemos a nuestro verdadero nombre, ya que oigo:
_Ay Paco, me quedé dormida, perdóname.
Seguramente mi cara se ve horrible, ya que la señora pone cara de Ay Dios mío!. Imaginen a un viejo en posición de chaleco de fuerza, con pocos pelos de punta, colorado de bronca, mostrando los dientes de dolor e insultándola en argento básico!. Me costó horrores levantarme del inodoro, aun así, me sentí feliz; el mal rato, había terminado. Siguió pidiendo disculpas durante toda la semana; igual, nunca se la perdonaré!; será una factura a recordar en nuestras futuras discusiones. Como es posible que en el silencio de la noche, no haya escuchado mi llamado; si seguramente el acontecimiento, fue percibido por mis vecinos de habitación, ya que a la media hora vino una enfermera en su recorrido habitual, entró sonriendo y preguntó que había pasado!.

sábado, 3 de noviembre de 2018

No estamos solos. 05/08/2017

Luego de la rutina vespertina, nos damos cuenta que están preparando la otra cama en la habitación; entra una mujer joven con bolsos y a los minutos dos enfermeros dejan otro paciente; tomamos otra postura, ya que por más justificada sea la situación deprimente, no estamos solos!.
Mantenemos silencio, parece que recién salió de cirugía; pero como es costumbre, comienzan las preguntas de rigor:
_Al señor de que lo operaron?.
Obvio, que mis acompañantes no me dan ni un segundo para reaccionar, al instante le están contando toda mi buena suerte; desde que tenía una vida sana; de todo lo que cuidaba mi salud; hasta que por la vueltas del destino, terminé casi infartado de puro Fierro nomás!. Es inevitable la respuesta:
_No puede ser!.
Pero estoy acostumbrándome a repetir mi mueca de resignación, como respuesta; por mas que resulta imposible creer, estuve a punto de morir de un paro cardíaco!.
Siguieron con varios comentarios de lo nuevo de este sanatorio; nos contó que su marido, practicando futbol, se desgarró una pierna y por andar haciendo equilibrio con las muletas, cayó de espalda y se fracturó una vértebra lumbar!. Así que a medida fue despertando de la anestesia, demostró una gran sentido del humor, y fuimos desarrollando un intercambio de relatos, de cuando todo te sale mal!. El comenzó con su accidente:
_No sabes lo que me dolía la columna!, sentía como un pinchazo continuo; parece que una astilla de hueso me clavaba la medula.
_No había calmante que me aliviara, fue cuando me dieron morfina que me olvidé del dolor. Pero empecé a ver cosas raras; me acuerdo de verme arriba un Jeep militar, donde manejaban gorilas y me llevaban por la selva a los saltos.
No coincidíamos en cuanto a nivel económico, el tenía una panadería, su mujer era médica, pero entendimos que su padre, (amigo de uno de los dueños del sanatorio) era un importante comerciante de la ciudad; igual se notaba bastante abierto en sus comentarios, pero no tocamos nunca tema político, ya que descontaba para donde corría!.
Cuando necesitaba acomodarse en la cama, pedía el control remoto y se copaba subiendo espaldar, bajando pies, etc.; haciendo el comentario:
_ Ah!, cuando no me dejen manejar mas el auto, lo vendo y compro una cama de estas!; sabes que bueno, la ponemos en el living y me pongo a mirar tele.
Su esposa hace un gesto como: no vas a tener esa suerte si todavía seguimos juntos!. Cuando surgió el tema enfermeras, se despachó con:
_Viste que calidad para lavarte las bolas?, parecen robots programados para higiene intima!, ni la sentís; una velocidad increíble y no se les mueve un musculo de la cara, viste?.
Se fueron a la tarde, con deseos mutuos de buena racha, y no los volví a ver; pero fue bueno compartir por unas horas, una charla que me saque del entorno real!.

miércoles, 24 de octubre de 2018

La Carta. 04/08/2017

Me pareció ver por el pasillo, a mi Yanet conversando con esa mujer, que antes de la cirugía visito a mi compañero de habitación; esa persona con la cual entablamos miradas cargadas de paz y buenas ondas; además parece que le entregó algo, ya que con señas de: esto es para vos, me lo mostraba a la distancia. Obviamente que se tomó todo el tiempo necesario para leer y releer la carta, ya que hace años, es mi representante legal, sentimental, económico y cósmico; ya que nada, ni nadie puede y/o debe saltar su filtrado, por más personal que sea!; como si ese derecho hubiese estado en nuestra acta de matrimonio, en letra chica, y que firmé sin leer!. También estoy notando que dicha carta, va pasando a mano de mi hermana Daniela y de otros integrantes de la familia; es cuando otra vez mi paranoia, olfatea algo raro, pues todos los que la leen, cambian su mirada hacia mí, les noto los ojos con brillo de lágrimas y ya me pongo impaciente. Se acerca Daniela con la nota en sus manos y le pregunto:
_Que les pasa?, que las noto raras?, como embichadas!.
_Nada Paco, esa señora nos dejó una carta para vos. Dice que son palabras que le llegan a su mente y las escribe.
_Ah!, y que dice?, que me están esperando en el otro mundo?.
_No pavote!, es muy linda la carta, toma, leéla.
Me acomodan la cama, y trato de leer una hoja de cuaderno en letra manuscrita, en las manos de Daniela, ya que todavía me pesa levantar los brazos; me cuesta bastante seguir la línea de escritura, creo que el calmante me está afectando demasiado, pues parece que mis ojos se disparan hacia los costados. En la nota, se leían unas líneas de simple aliento espiritual; de cruzar el puente, poner mis pensamientos en orden; nada llamativo en un texto, solo un párrafo aparte, escrito en otro tipo de letra, que decía:
“Nosotros ya hemos depositado en ti las fuerzas necesarias, para lograr tus objetivos. Invócanos. Nosotros te acompañamos.”
Nada extraño en el significado del texto, con la sola diferencia que dicho tipo de letra, era muy similar a la de mi madre, ya fallecida años atrás!. Cuando doy cuenta del pequeño detalle, miro a mi hermana y ya estaba al borde del llanto!; es imposible mantener la calma ante semejante coincidencia; soy demasiado escéptico en temas tan místicos, pero muy respetuoso de la fe Cristiana Apostólica Romana, con la cual fui educado por mi Santa Madre!; que lejos de ser perfecta, era una gringa hermosa, por la cual mi Edipo patinó bastante para superarlo y que si realmente existe Dios, seguramente “Ella”, debe estar sentada a su diestra!; fue, es y será nuestra única representante.

viernes, 19 de octubre de 2018

Abierto al medio. 04/08/2017

Luego de mi siesta obligatoria, llega un grupo de cirujanos liderados por Santiago, y casi como en taller universitario de medicina, comienza a contar como fue mi cirugía, incluidos todos los pormenores de mi buena salud, pero preocupante estado arterial coronario!.
Llama a una enfermera para proceder a retirar los vendajes y curar las heridas; primero me quitan las vendas de mi pierna izquierda y veo la costura que comienza 10 centímetros debajo de mi ingle y continua casi hasta el tobillo!. También me indica como debo higienizar las cicatrices y que es mejor para mi recuperación, no vendar nuevamente mientras esté en reposo.
Luego sigue por el vendaje en mi pecho; y cuando bajo la mirada, como tratando visualizar de reojo al mancharte la camisa nueva con vino tinto, veo el tamaño de la costura vertical en mi pecho y mi dios!; es imposible describir mi congoja; para quien tuvo la suerte de no sufrir ninguna cirugía importante, debe ser difícil tener una dimensión exacta del sentimiento; para mí, fue estremecedor; nunca había tenido una herida mayor a lo que cubre un apósito protector, es como sensación de caída libre; obvio que se notó bastante, pues mi rostro expresaba el sentimiento: estoy abierto al medio!.
Es bastante arduo el trabajo de mi familia en estos días, no puedo hacer fuerza con mis brazos, no puedo bajarme para ir al baño, ni siquiera puedo rascarme donde me pica!, prácticamente un discapacitado; hasta se me complica la simple rutina escatológica, nunca imaginé que odiaría tanto a esos recipientes diseñados para torturar pacientes, como la chata y el papagayo.
En una de esas tantas idas y vueltas, al moverme un poco de acalambrado nomas, vuelco el papagayo!; trato de no mojarme demasiado, pero es imposible maniobrar en esta situación y cuando lo nota mi mujer:
_Paco!, otra ves te measte.
No se si insultarla o reirme, ya que si pudiera mover un solo brazo, le tiraría con el papagayo.
_No!, no ves que no puedo ni moverme; algo se me pega en las sábanas.
Siento la revolución en mis intestinos y ya no puedo asegurar si son solo gases o viene el pack completo. Por lo que pido:
_Sacame el papagayo y poneme la chata, dale!.
Ni bien me pone en posición de lanzamiento, suelto deliberadamente mi esfínter, liberando sabrá dios cuanta energía desperdiciada, resultando bastante sonoro por cierto; al instante veo abrir la puerta y entra una enfermera a medir mis signos vitales.
Seguramente mi rostro tomó un color purpura, ya que comenzó a sonreír y mi mujer como tratando de disculpar el desagradable olor en el ambiente, dijo:
_Ay, pobre!, a el le da vergüenza hacer sus necesidades en la habitación.
Pero seguramente muy acostumbrada a estas situaciones, ella muy sonriente me dice:
_Pero don Achaval, nada de vergüenza, si prácticamente, ya somos como familia!.
Claro, hacia unas horas nomas, había higienizado mis partes íntimas.
Le comento mi dificultad para moverme en la cama y aprovechando la aplicación de un spray de siliconas, para que no me pique la espalda; verifica que el parche lumbar, se había desplazado hacia abajo; también una punta se despegó de mi espalda, doblándose y quedando la parte adhesiva pegada a las sábanas!.
_Claro que no podía moverse; no se preocupe, ya informo para que se lo cambien!.
_Bueno, gracias, te lo agradezco.

viernes, 12 de octubre de 2018

Higiene Intima. 04/08/2017

Otra vez me despierta muy temprano, la rutina de medicamentos; la enfermera de turno me saluda, pregunta por mi estado y ante la ausencia de mi cuidadora nocturna, comienzo la búsqueda visual de mi Belu.
Con resultado negativo, doy por sentado que debe estar en el baño o andará por los pasillos buscando algo comestible!; hasta que la enfermera pasa hacia el otro lado de la cama y con un gesto de sorpresa dice:
_Epa!, parece que su cuidadora esta descansando.
Si, ahí estaba Belu, desmayada en el piso de la habitación echa un capullo de seda. Se levanta rápidamente dando un salto atlético; típico de cuando te descubren borracho, tirado en el piso y querés ocultar el pecado!.
La imagen era muy cómica; su pelo corto despeinado, configuraba la imagen de un nido de loros en colores atípicos; su ropa toda desalineada, como si recién hubiese terminado un combate de judo; y sus ojeras!, peor que las mías, aun con 28 años menos.
Intenta acomodar con sus manos, en alta velocidad su desorden, y más gracia me causa, ya que para eso debería contar con una varita mágica o un hada madrina!. Y comenta la obviedad:
_Ay, me quedé dormida.
Nos reímos juntos, es buena terapia para estos momentos. Sigue el desayuno, me visitan algunos médicos; recién ahora estoy memorizando rostros y nombres, de enfermeras, mucamas y médicos; mi cardióloga asignada es otra medica llamada María Belén, que siguiendo la línea de nuestra hija, solo le gusta que la llamen Belén y/o Belu, pero nunca María!.
A media mañana, nos avisan que procederán a higienizarme, ya que van 3 días, que no bajo de la cama y la transpiración normal de mi cuerpo, se está transformando en un gel aceitoso, símil protector natural de animal salvaje. Me alegra bastante la noticia, estoy acostumbrado a una ducha diaria, cosa imposible por ahora, así que me intriga el procedimiento; se presenta una de las enfermeras, muy simpática ella y que siempre anda de buen humor, con un recipiente y esponja, una toalla, jabón líquido; veo que agrega agua tibia del baño, humedece la esponja y comienza a mojarme todo el cuerpo, siempre secándome al mismo momento como para que no se enfríe el viejo. Venia todo bien, hasta que llegó a la altura de mis genitales!; no puedo negarlo, soy bastante tímido, aun con 61 años; nunca me gustó andar exhibiendo mi desnudez y menos que alguien desconocido, asee mis partes íntimas!.
Fue una situación complicada para mí, obvio, supongo que ella debe estar acostumbrada a su trabajo; y se habría notado bastante mi incomodidad, porque con mucho tacto comenzó con comentarios graciosos, como para amenguar mi tensión, y casi sin darme cuenta, me lavó y secó la zona, en escasos 20 segundos!; ni en mis aseos más apurados y bajo presión, había logrado esa marca de tiempo.
Cuando se retiró la enfermera, se acerca mi mujer sonriendo, ya que había presenciado mi baño en seco y como me conoce la jodida, sabe que la pasé mal y sin abrir la boca emite un:
_ nju, nju.
Sin dejarla perpetrar otra burla, le comento:
_Vos nunca me lavaste con tanta delicadeza!.
Soltó una carcajada, porque el “vos nunca” es de su uso exclusivo, y siempre viene en tono de reproche.

viernes, 5 de octubre de 2018

Al fin solos!. 03/08/2017

Me despierta una enfermera para medir mis signos vitales, no recuerdo en que momento me dormí o desmayé, creo que los calmantes o la supuesta creencia de que estaba todo bien, me distendió y me venció el cansancio; lo irónico es que ya llevaba todo un récord en la cama, sin moverme y muy cansado!.
Después del desayuno, ya comienzan a entrar mis familiares y me confirman que me sacan de terapia, a una sala; le pregunto a mi hermanita:
_Negra?, será conveniente que ya me saquen de terapia, tan rápido?.
Y haciendo el gesto como que mis genitales tocan el piso, me contesta:
_Paco!, no seas paranoico, si en las salas igual vas a estar bien controlado; además nosotros podremos estar todo el día con vos.
Sigue el almuerzo, ya no es pollo!, y no deja de ser una buena noticia, sea lo que sea, me alegra que entiendan, que con el pollo, es algo personal!. Luego de una siestita, comienza la rutina de mudanza, pase a camilla, mini paseo por el Hospital y termino en la misma sala que estuve antes de la cirugía, y puedo elegir la cama al lado de la ventana, ya que no hay otro internado.
Nos acomodamos, mudamos la ropa, equipos de mate, las enfermeras caen cada hora a medirme algo, o inyectar algo raro al suero; y luego de la merienda observo algo que llama mi atención; es la danza de las serpientes antropófagas: que realmente asustaría al mas valiente naturalista, solo que yo, ya estoy acostumbrado!.
El primer indicador de ambiente, es que las dos se mueven nerviosas y mas rápido de lo normal; la mas vieja denota un leve levantamiento de su pelo, justo detrás de la vincha que lo sujeta y una mirada achinada apretando sus labios como en vendetta italiana, pero sin morder su dedo índice; la mas joven angula su mandíbula inferior en la misma línea de su pequeña nariz, dando a su rostro el aspecto de retrato francés y al mismo tiempo abriendo mas de lo normal sus temerarios ojos negros y detonando varias veces por minuto sus largas pestañas!.
Es realmente asombroso dicho enfrentamiento, pues no emiten palabras, solo algunos sonidos guturales, inentendibles para cualquier ser humano normal, pero conformando entre ellas, un verdadero lenguaje de guerra!; creo que han desarrollado un sexto sentido, solo para pelearse delante mío!.
Sin que nadie me aclare nada, ya se el porqué del ritual; quien de las dos, se quedará a demostrarme su amor incondicional, cuidándome toda la noche!. No es genial?; ya que no puedo abandonar mi posición de Tutankamón, prefiero que me cuide mi hija, ya que con mi mujer, ante una discusión, no podría defenderme en esta situación!. Se podría pensar que estoy exagerando, pero para ser sincero, en nuestras vivencias matrimoniales, hemos llegado a discutir en los peores momentos, lugar y condiciones; uno de los mas raros, es y será, pelearnos en el preciso instante cuando tengo mi pequeño apéndice dentro de su cuerpo!.
No creo que seamos los únicos; tampoco no muchos andan contando esas intimidades, y menos por escrito; pero creo que si sumamos la cantidad de veces que sucedió en estos últimos 40 años, lo nuestro, debe ser un récord mundial!.
Ya conociendo quien resultó vencedora, dentro del entorno familiar, se aproxima mi Belu y dice: _Esta noche me quedo yo Papi, así Mami, puede descansar tranquila en una cama normal.
Después de la cena, se despide toda la familia y nos quedamos solo con Belu, y sonriendo maliciosamente me tira un:
_Al fin solos Paco!.

viernes, 28 de septiembre de 2018

El mas sano. 02/08/2017

Ya un poco mas liberado, la enfermera me cuenta el porqué de todas las veces que pasaron frente a la sala. Resulta que otro paciente de terapia, sin problemas de movilidad, de aburrido nomás, decidió darse una ducha con agua caliente, a las 2 de la madrugada; no se sabe por cual accidente o falta de cordura, tapó los drenajes de la ducha, con sus vendajes!; produciendo una inundación, en todo el piso de terapia.
Dormito un poco y comienza la rutina de medicamentos, calmantes, extracción de sangre, mediciones de signos vitales; luego un desayuno mansito nomás!, recibo la visita de un cirujano que participó.
_Como anda don Achaval?.
Casi por reflejo contesto:
_Bien, bien!.
A quien se le ocurre que 24 horas después de semejante cirugía, se puede estar bien?; a lo sumo debería contestar: contento porque sigo vivo!, pero mi ritual de buenas costumbres condiciona las respuestas, casi como sistema de inteligencia artificial!.
_La cirugía fue todo un éxito don Achaval; y le juro que es la primera vez que participo en cirugía de bypass coronaria a un paciente tan sano!.
Es ahí que me desorienta su comentario y repregunto:
_Y eso es para ponerme contento?, o para putearme solo?.
Sonriendo y tomándome la mano me contesta:
_No mi amigo, realmente tiene un organismo muy sano!, y la recuperación va a ser muy rápida.
_Se nota que usted lleva una vida muy sana!.
_En pocos meses, ni se va acordar de que tuvo una cirugía!.
Obvio que su comentario lo tomo como anecdótico, ya que no creo olvidar semejantes vivencias, mientras tenga vida y conciencia.
Vuelven las visitas familiares, pero un poco más tarde; ya que aún estaban desagotando el piso, por la inundación artificial inducida, del paciente aburrido. Luego del almuerzo y una siesta reparadora, me comunican que ya entrada la tarde, me trasladarían a una sala. Me parece buena noticia, nadie en su sano juicio prefiere la soledad y silencio en estos momentos; todo parece cierto, ya voy esperando me trasladen a una sala en compañía de algún familiar, me traen la cena y sin noticias en el frente!, ya mi paranoia se pone de pie y se rasca el mentón. No es demasiado tarde para trasladarme?, será una nueva modalidad sanatorial?; vuelve una enfermera a tomar datos y comienzo a escuchar un tono de voz femenino bastante alto, de esos que no necesitan amplificación alguna y que taladran oídos!.
Cuando la ví entrar, comencé a sonreír; era de esperar semejante situación, lo bueno que esta vez no tenía culpa alguna, pero con cara de “ando con ganas de morfarme a alguien”, me miró fijamente y dijo:
_Quien dio la orden de traslado a estas horas?.
Nos miramos con la enfermera y ella dijo:
_No se!, fue anotado en el turno anterior.
Cuando volvió a mirarme, intente encogerme de hombros, pero creo que ni se notó!. Puse cara de “ni idea, por si no te diste cuenta, aquí estoy regalado”; partió sin saludar y pregunto:
_Otra noche en terapia, eh?.
La enfermera, sonriendo y más distendida me contesta:
_Si don Achaval, no se preocupe; hoy está solo en terapia y nos tiene a todos para usted.

viernes, 21 de septiembre de 2018

Ayuda! 01/08/2017

Luego de unas horas, llega mi primer comida, casi 24 horas sin probar bocado!; por mas sedado que me encuentro, mi estómago se siente vacío, pero para torturarme un poco mas, otra vez me sirven pollo!; ni ganas de protestar, me devoro la comida y ya un poco mejor de ánimo, me dedico a mirar la TV como si fuera película muda, ya que el ruido de los extractores de aire, y la distancia de los parlantes, me hace imposible escuchar!.
Una de las enfermeras, pasa a mirar mediciones y me comenta:
_Quiere ponerse de costado?. Intento asimilar la pregunta, ya que suponía no debía moverme de la posición “finadito” en la que me habían dejado; pero según ella, podía buscar una posición más cómoda.
_Como duerme usted normalmente?. Y contesto:
_Siempre recostado sobre la izquierda.
Ya que en nuestra cama matrimonial, de plaza y media, y debido al poco espacio físico que mi mujer dispone para toda mi humanidad, no me deja otra opción que dormir de costado y ya cuando me acalambro, intento girar hacia otro lateral, pero siempre sin ocupar mas de ¼ de cama; o sea, que debido a mi buena voluntad y predisposición, he logrado perfeccionar el giro sobre mi propio eje, sin arrastrar las sábanas y totalmente dormido!.
_Bueno, probemos entonces; yo le pongo otra almohada contra su espalda, así está más cómodo.
Dejo de mirar la TV, ya que de costado hacia mi izquierda, era mas que incómodo y trato de dormir unos minutos. Me despierta un malestar en mis intestinos, que a cada minuto es más fuerte y molesto; en mi delirio, imagino a un tiranosaurio rex corriendo dentro de mi aparato digestivo, persiguiendo a su presa y rugiendo aterrorizante!; siento como se van deformando mis entrañas, con ruidos espantosos. Pasan varios minutos y supongo como siempre, en algún momento se detendrá; y voy sintiendo como desciende por mi aparato digestivo; es cuando recapacito donde exactamente termina ese recorrido!. Ay Dios!; no puedo bajarme de la cama; no tengo pañales!; debo llamar a la enfermera para que ponga ese recipiente denigrante debajo de mi!.
Ya resignado busco la perilla para llamar a las enfermeras por ayuda; y empeora mi situación, la bendita perilla de llamada, había quedado de mi lado derecho y colgando al lado de la cama!. No puedo ser mas Fierro!, trato de visualizar a alguien, pero en ese horario, nadie anda paseando por terapia intensiva; mi desesperación va aumentando; no logro ver a nadie, aunque la sala sea toda vidriada; en un momento alcanzo a distinguir alguien mirando las cámaras, parece un médico o enfermero, levanto mi mano derecha, cuasi naufrago ahogándose!, pero no mira!; agito mi brazo como revoleando pañuelo al bailar zamba argentina!; nada, nadie me ve!; me abre vuelto invisible?; estaré soñando, o peor aún, ya estoy muerto?, y están esperando a que amanezca para pasarme a la morgue?.
Veo salir a una enfermera, que mira las cámaras de monitoreo y sale corriendo por el pasillo frente a mi sala; emito un gemido y levanto el brazo, pero no es suficiente; vuelve en unos minutos muy apresurada y otra vez pasa corriendo con otro enfermero, portando elementos de limpieza. Por suerte, en unas de esas pasadas rápidas, mira para mi lado y ve mi brazo levantado!.
_Señor Achaval!, hace mucho que está llamando?. No era el momento de ponerme a contarle mis padecimientos, solo me salió en lastimoso:
_Poneme la chata ya!.
Casi sonriendo y rápidamente, me levanta un poco el cuerpo e inserta esa cosa desagradable debajo de mi ano y se produjo al instante, una de mis mejores liberaciones!.
Al final!, eran solo gases.

viernes, 14 de septiembre de 2018

Ahora me da besos!. 01/08/2017

Sigue el intercambio de visitas; llega mi Yanet, con cara realzada en lágrimas, dándome besos a mansalva y me causa gracia la situación; ya que vienen a mi memoria, las batallas encarnizadas por el simple motivo de errarle a un simple pronóstico, y no poder aprovechar a devolverle cada uno de los besos, ya que no puedo ni levantar mi cabeza!; cosas del destino, nuestra relación siempre fue extrema: pasamos del vapor de agua al hielo, sin el estado intermedio; del cielo al infierno, sin ser excomulgado; de la sequía a la inundación, con solo segundos de tormenta!.
Me dice con voz entre cortada y en voz suave, como si temiera despertar a alguien:
_Como te sentís Paco?.
_Bien Mami!, supongo que por ahora, mientras duren los calmantes, voy a andar tranquilito y sin apuro.
_Si, quédate tranquilo, me dijo la enfermera que podes llamarlas con ese botón que esta al lado de la cama; que si sentís molestias, las podes llamar.
_Si, ya me comentaron los procedimientos. Me pega un beso en la frente y dice:
_Me voy Paco, los chicos también quieren pasar a saludarte.
Llega Horacio, nuestro hijo mayor; sonriendo y comentando:
_Ay Paco, confirmas que sos un Fierro total; mientras estabas en cirugía se cortó la energía dos veces; parece que explotó un transformador acá cerca.
_No?, en serio?; y si Bebé, si necesitabas la confirmación, ahí la tenes!.
_Bueno Viejo, pero dice el cirujano que todo salió perfecto; estuve con la tia Daniela cuando el le pasaba el parte médico; por ahora seguís en la lucha, je je.
_Dale Bebé, acordate de hacer los pagos por Home Banking.
_Si, Viejo, ya vi el correo que me mandaste; quédate tranquilo, yo me encargo.
Sale Horacio y entra la tromba mas chica, la Belu, la digna representante del aquelarre familiar; como siempre apuntando todos los acontecimientos que me perdí, anécdotas de mis nietos, chismes de “mi mujer”, como si no fuera su madre; en buena hora, con caricias y sus comentarios ácidos, me hace reir unos minutos. Se despide comentando:
_Ja Papi, que lujo esta sala de terapia!; me dijo la tía Daniela, que ellos allá en Reconquista ni cerca a tener tanta tecnología.
Se va la Belu y entra nuestro segundo hijo, el Juanpi; sigiloso como siempre, sin emitir sonido alguno, con cara de gato precavido al avistar una jaula; hasta ahora, el único del grupo que había visitado salas de terapia intensiva, en varias oportunidades, era el!; hoy ya éramos dos los agraciados; observa todo el equipo, supongo entrando en odiosas comparaciones y comenta:
_Mirá vos Paco!, quien diría que ibas a caer en estos lugares!.
_Si Juanpi, tanto cuidarme la salud, e igual termino acá, abierto al medio!.

viernes, 7 de septiembre de 2018

A vos te creo!. 01/08/2017

Escucho voces, siento como escalofríos, abro mis ojos y ay Dios!, veo a Romina sonriendo; ruego a todos mis santos, que no sea un sueño; que Romina sea real y no un ángel que idealiza mi conciencia con su rostro!; es cuando me sacan el entubado respiratorio, y al sentir la molestia, me doy cuenta que sigo vivo!. Una enfermera pregunta:
_Todo bien?.
Trato de contestar, pero solo me sale un suspiro; la enfermera comenta:
_Si, ya está despertando.
Comienzo la clásica rutina de sobreviviente, como después de una caída accidental, que consiste en mover lentamente los dedos de mi manos, luego los pies y al sentir la respuesta en mis sentidos, creo que sigo en carrera!. Romina sonriente me comenta:
_Vio que nos volvimos a ver!.
Y contesto tratando de modular mis cuerdas vocales:
_Y no sabes lo que me alegra!.
Veo que a todos les causa gracia mi respuesta, pero de verdad, suspiro y me invade la alegría; no es la primera vez de semejante situación, en otros accidentes, ya había ocurrido: nada es tan grave, mientras tengas vida!.
Continua la enfermera higienizándome, me acomodan las canalizaciones en otro brazo; me comunican el traslado a terapia intensiva; pasado unos minutos veo a otros enfermeros, son los que me llevan una sala toda vidriada, con ruido a extractores de aire y muchísimos instrumentos. Me pasan a una cama ortopédica, me vuelven a conectar todos los instrumentos; debo parecer algo extraño, ya que continuamente me preguntan si estoy bien; además les llama la atención mi obsesión por seguirlos con la mirada y las preguntas de para que, es cada cosa; pobres!, nunca entenderían a un viejo paranoico, debutando en terapia intensiva.
Comienza la llegada de integrantes familiares, con el acostumbrado rostro sonriente y lagrimoso; esa rara combinación y postura que nos delata sensibles; preferentemente humanos; ameritadamente imperfectos y queribles!.
La primera es mi hermanita Daniela, la doctora Achaval; dando las primeras referencias de que la cirugía fue todo un éxito; que mi corazón dejó de pertenecerme por unas horas, pero seguía intacto, sin lesiones y que no necesitó asistencia para volver a latir. Ante la pregunta:
_Como estas, Paco?.
Pongo mi mejor mueca irónica y contesto:
_Decime vos; yo no tengo ni la mas puta idea!.
_Zafo de esta?.
_Si boludo!, no te dije que salió todo perfecto; el doctor Santiago me dio el parte y me confirma que no tenes lesiones cardiacas, que las arterias están sanas.
_Bueno, dale, a vos te creo!.

viernes, 31 de agosto de 2018

Romina 01/08/2017

Ya terminada la ardua tarea de depilación, me indican debo bañarme con jabón antiséptico; secarme totalmente con tollas higiénicas. Me causa gracia, verme por primera vez como lampiño!; me refriego con las toallas y ya todo higienizado, me hacen acostar boca abajo para pegarme el parche lumbar, que según ellas, es para no escaldarme la parte que siempre apoya en la cama, me tapan con una sábana tipo mortaja y automáticamente me llega la imagen de las series yanquis tipo Doctor House!. Luego de una breve despedida de mi familia, y las acostumbradas muestras de fe, otra vez a la camilla con ruedas, a pasear por pasillos y ascensores; en uno de los pasillos nos cruzamos con otro equipo en sentido contrario y los enfermeros deben hacer varias maniobras para lograr el cruce; trato de mantener la calma, ya que hoy inicio un pequeño viaje, sin horario probable de regreso!.
Llegamos a una sala, donde me estacionan unos minutos; se presenta la Doctora Romina, una pelirroja de rostro amable, que pasa a detallarme el protocolo de anestesia; no sé si mi conflicto emocional y/o sentimental me impulsa a buscar desesperadamente algo o alguien a quien aferrarme, para no caer en profunda congoja; pero ese rostro amigable, que por falta de tiempo no puedo indagar si es bondad nata, o simplemente un protocolo de su trabajo, me inspira la paz necesaria para afrontar la presunción y fin de mi historia; practico nuevamente el recurso de buscar en sus ojos algo que me contenga, y por suerte están ahí; son claros y no sueltan los míos, espero no detecte mi pánico, solo por no sentir vergüenza y agradezco a mi loco destino, haberla puesto en mi camino.
No sé, si ella se dio cuenta, de cuanto me ayudaba, o fue tan solo instinto humanitario, de esos que no se piensan o elaboran, solo se brindan; pero ese cruce de pocos minutos, su rostro, sus palabras, las llevaré, mientras tenga vida; como final de conversación me dice:
_Bueno don Achaval, quédese tranquilo, en unas horas nos vemos.
Improvisando una sonrisa y mirándola a los ojos, le contesté:
_Eso espero!.
Sonrió y sin dejar de mirarnos fijamente a los ojos, contestó:
_Si, si, claro que nos volveremos a ver!.
Fue cuando inyectaron la anestesia, y escuche me decía:
_Va a sentir un ardor en las venas.
Fue lo último que recuerdo, mi vida se desconectó……………

sábado, 25 de agosto de 2018

Depilacion transitoria 31/07/2017

Hoy lunes, ya nos confirman que mañana martes 1 de agosto, entraré a cirugía. Los médicos y enfermeros me van comunicando todos los por menores pre cirugía. Ya no me dejan elegir el menú, me agregan más pastillitas de colores, el humor de mis familiares va decayendo, sobre todo el de mi mujer, que tiene los ojitos más brillosos que nunca!, y la impaciencia por saber el que vendrá, me va recalentando el ánimo, aunque hago un esfuerzo sobre humano para disimularlo, porque supongo que una lagrima mía, desencadenaría un mar incontenible.
Llega mi hermana Daniela, la doctora de la familia y trata por todos los medios de contagiarme esperanzas; solo me saca una sonrisa burlona, ya nos conocemos y sabemos fehacientemente, que ninguno de los dos tiene remedio!, la mescla de razas en Achaval Nuñez Fratini Scarpeccio, nos ha moldeado así, sumado a la suerte que nos acompaña, hace imposible revertir nuestra falta de fe.
Me despiertan muy temprano, aparece una enfermera que nunca había visto y me comunica que van a proceder a rasurarme todo el cuerpo. Quedo totalmente desnudo y entregado!, rara situación en que me encuentro, y no puedo ocultar mi incomodidad; por suerte la enfermera, mucho más joven que yo, acostumbrada a esto, comienza haciendo bromas sobre mi abundancia capilar.
_Usted me va a llevar más tiempo del calculado, señor Achaval.
_Si!, soy demasiado peludo, no?.
_Si, si, voy a necesitar ayuda.
Es cuando le comunica a otra enfermera que venga con otra máquina depiladora. No puedo contener la risa, ya que la otra me observa desnudo y comenta:
_Ay Dios!, es verdad, cuanto vello!. Y recuerda la anécdota de su abuela:
_A mi marido, la madre no lo parió, lo tejió!.
La enfermera mas joven, buscando la forma mas rápida de pasar la máquina, invertía la cuchilla, y por ser una de esas recargables no profesionales, se le desarmaba el peine en cada pasada; rezongando volvía armarla y seguía de la misma forma. Fue cuando vio que sonreía y pregunta:
_Usted se está riendo de mi, don Achaval?.
_No nena, es que si no usas la afeitadora en el sentido que corresponde, no terminas mas!.
_Ah, usted vio que yo le daba al revés y no me decía nada.
Y así siguieron pasando los minutos complicados, sobre todo cuando depilaron el vello púbico; ellas entre bromas trataron de minimizar la tensa situación emocional, pero para mí, no fue nada fácil.

viernes, 17 de agosto de 2018

Desnudo descuidado 30/07/2017

Esos días apacibles, con toda mi familia mimándome como a un recién nacido, preocupándose por mis necesidades, por mi salud mental, por mis compromisos financieros; en un clima agradable mantenido artificialmente, con personal competente preguntando por mis preferencias culinarias; es la utopía de todo ser humano y quien puede negar la cercanía con lo que uno interpreta como felicidad!; pero al ubicarlo en tiempo y espacio, sabiendo que pueden llegar a ser mis últimos días, lo cambiaría sin dudar por la peor rutina laboral. Así como la vida me volvía a golpear bajo; bueno, en realidad ya la vida no solo me vuelve a golpear, me hizo piquete de ojos, me escupió en la cara, me golpeó los genitales, mi tiro al piso y ahora sigue pateándome en el suelo.
Como no tenía otra opción que aceptarlo, es que dedique por completo a ponerme al día con libros que si o si, debía leer!; los devoré en un par de días. Ya no sabía si llorar, insultar, ponerme violento, o simplemente comenzar las plegarias; todos tratan de darte ánimo, de fingir que no hay nada grave!. Sin embargo, las proyecciones agoreras, que son mi especialidad desde que tengo memoria, son más fuertes a la hora de repensar la situación; cualquiera que no me conoce, diría que soy muy pesimista; pero la realidad en mi vida, evidencia que soy muy paranoico, pero con sobrados motivos. Sigue la visita de toda mi familia, voy poniendo al tanto al mayor de mis hijos con todas mis claves y cuentas bancarias, tarjetas, correos; el insiste que no es para tanto, igual continuo detalladamente como ingresar a cada sitio.
Ya son tantas las visitas, que una de las enfermeras nos comunica, que podríamos sentarnos en las salas del piso, lo que vemos más práctico y puedo salir un poco de la habitación!. Salgo con esa bata horrible, pasible de un desnudo descuidado, frente a la sala de enfermeros; los saludo y veo que se levanta uno de ellos diciendo:
_Espere señor, que le pongo una cinta para cerrar la bata.
Claro, pobre pibe, sintió vergüenza ajena. Que pedazo de espectáculo estaría dando, que veo sonrisas en todos los enfermeros. Más tarde le comunicaron a mi mujer, que disponían de una salida de toalla, como las que alquilan en las piletas termales y no seguir mostrando desnudos descuidados!. Sentados en la sala de visitas, conversando un poco de todo, tratando de mantener la calma, veo que alguien se me acerca desde un costado diciendo:
_Yo, a esa voz la conozco. Levanto la vista y si, es un asociado de la cooperativa donde trabajo.
_Hola, que haces acá Carlos?.
_Yo de visita, y vos?, que haces con esa bata?.
Fue cuando intercambiamos dolencias; el venia de visita por su padre; yo pase a recitar, ya de memoria, todos los acontecimientos hasta este día; obvio que no lo podía creer, comenta la reiterada frase:
_Pero se te ve bien!.
_Si verdad?, pero no siempre es lo que parece Carlos.
Nos despedimos deseándonos suerte! Y terminando la tarde, volvimos a la habitación, con mis nuevas rutinas!.

viernes, 10 de agosto de 2018

“nchic” 28/07/2017

Me despiertan temprano, con tomas que sabrá Dios que medicamentos son y una de las enfermeras me dice:
_Lo vamos a “preparar” señor Achaval.
_ Que feo que suena eso de “preparar”!, no?. Logro una sonrisa y respuesta:
_Que suerte; usted se toma todo con buen humor!. Solo le vamos a rasurar un poco los brazos y limpiar donde le harán una pequeña incisión.
Me doy cuenta que mi estado de tranquilidad, es ajeno a mi voluntad; seguramente algo de lo que tragué me está pegando mal y como nunca he tomado nada en mi vida, mas que antibióticos y corticoides, cualquier droga o ansiolítico me calma muy rápido y efectivo.
Otra vez a la camilla con ruedas, a pasear por pasillos y ascensores hasta una sala, que parecía los controles de lanzamientos que he visto por series y películas; monitores a color, luces potentes, cables, instrumentos. Se presenta el médico y con dos asistentes, que debido al barbijo y gorro, no podré reconocer a nadie aunque me esfuerce en hacerlo; comienzan con un pinchazo en mi muñeca derecha y el cirujano a cargo me va anticipando lo que sentiré; realmente me impresiona la tecnología!; solo una camarita miniatura, a mi lado izquierdo en un monitor enorme se veía en imágenes, todos mis órganos pectorales y como latía mi corazón. Siento el cosquilleo de la sonda por mi brazo y como el cirujano va empujando el cable; mira el monitor, también yo trato de verlo de reojo, no se para qué cuernos lo miro, pero es casi reflejo, solo instinto; luego de unos minutos lo veo menear su cabeza como señal de negación; emite un sonido gutural que suena como “nchic”, que supongo significa: no se puede!; vuelve la sonda hacia atrás y a empujar nuevamente (supongo que es por otra vía), otra vez el “nchic”; la misma rutina la realiza como seis veces, luego siento que extrae por completo la sonda, se incorpora de pie a mi lado, me toma de la mano y dice:
_ Bueno señor Achaval, no es posible colocarle un stent en las arterias. Su afección es justo en las que irrigan su corazón, las cuales son mucho mas finas que las demás y la displasia que lo afecta, es justo en una ramificación, por lo que no recomendamos stent, ya que además de necesitar varios, es riesgoso para un paciente con su edad activa y estado físico óptimo.
Obvio que no emití sonido alguno, mi procesador mental modelo 1956, quedó patinando en seco; quien puede asimilar, que teniendo un estado físico optimo, una edad potencialmente activa, no pueda solucionar un pequeño problemita arterial con un stent!. Ya me había ilusionado, que en un par de días volvería a mi vida anormal; cuando me queda mirando a los ojos, esperando alguna acotación, solo me salió un:
_Y?.
Con una sonrisa, sigue diciendo:
_No se preocupe señor Achaval, ya los cardiólogos lo pondrán al tanto de los siguiente pasos a seguir, pero creo que la cirugía bypass es la recomendada para su afección.
Las palabras cirugía bypass me sonaron como sentencia!; automáticamente vino a mi memoria todo el historial clínico de mi suegro, que años atrás lo había sufrido y todo lo que le costó recuperarse!. Me vuelven a dejar en la habitación, y por los ojos brillosos de mi familia, supuse que ya estaban al tanto de todo lo sucedido; ensayé mi mejor sonrisa burlona y tratando de achicar el pánico, solo dije:
_Y bue!, será asi nomas, como Dios quiere.

viernes, 3 de agosto de 2018

Vida de bajo riesgo 27/07/2017

Por la tarde, en horarios de visita, llegan familiares de mi compañero de habitación; son tres mujeres mayores que yo, que saludan y pasan frente a mi cama. La tercera de ellas fija su mirada en mí, sonríe, me invade esa sensación de conocerla, y sin dejar de mirarnos a los ojos, me saluda sonriendo; contesto el saludo, repaso mi base de datos y no recuerdo conocerla; sigo con la duda, ya que gracias a las vueltas de mi vida, participando en el arte de la música, con La Patota Chamamecera, el grupo de teatro en La Lorqueada, los encuentros corales, la Tropa Cósmica, con los grupos de kombis, tuve la suerte de conocer buena gente, pero a veces la memoria traiciona y antes de equivocarme, prefiero jugar a quien adivina primero; ya que también está la posibilidad, que sea cierto la teoría de “en otra vida”.
Saludan a mi compañero y se ponen a conversar entre ellas; veo que Yanet se les suma a la charla y empiezan a intercambiar vivencias y nombres; cada tanto siento que me nombra: el Paco siempre fue muy estricto con el cuidado de su salud!; y así pasan varios minutos de la tarde, con merienda incluida; ni bien termina el horario de visitas, viene urgente a contarme en voz baja, todo lo que hablo con ellas; sobre todo la conversación que tuvo con una de ellas, la que me saludo sonriendo: que ella cuando me vio al entrar, experimentó misma rara sensación de conocerme; que a veces le suele suceder y que después recibe como mensajes a comunicar, que los escribe para no olvidarlos.
Soy muy abierto a lo esotérico, pero casi siempre termino verificando que hay más verso que realidad extrasensorial!, pero igual me intrigaba; poca gente conserva la mirada cuando la miras a los ojos; es algo que nadie te enseña, pero solo la buena gente y con muy buena onda suele mirar directamente a los ojos, conservar la mirada varios minutos y evidenciar como una simple mirada, es una conexión de sentimientos. Salvo que tengas la mala suerte de encontrarte con uno de esos vendedores de humo, los famosos traficantes de sentimientos, que tienen muy bien ensayado esa técnica; pueden mirarte a los ojos, sonriendo y mintiendo descaradamente sin que se les remuerda la conciencia!.
Mas entrada la tarde, llega un cardiólogo para comunicarme, que mañana a primera hora me realizarían una angioplastia; me explica el procedimiento, la bondad de esta práctica no tan invasiva, mucho más certera en detectar afecciones arteriales en tiempo real y la posibilidad de colocar en un stent en mis arterias afectadas.
Vuelven mis familiares a darme ánimo, expresando su confianza en los médicos, y mi estado de salud relativamente bueno por la edad que llevo; que tampoco es magia!, el ser tan riguroso con mi dieta vegetariana, con mi “vida de bajo riesgo”, siempre lejos de los excesos, tampoco me garantiza la supervivencia.

viernes, 27 de julio de 2018

Fuera de servicio 27/07/2017

Por fin tengo la oportunidad de ver alguien de mi familia; aunque en una habitación compartida con otro internado, pero es un poco más grande y más cálido que la caja en terapia intensiva. Mi familia, que ya había acomodado la poca ropa que llevaba, me pone al tanto de todo lo ocurrido cuando estuve en OFF y que me visitaran los cardiólogos, para informar los siguientes pasos a seguir. Llegan Florencia y Viky, mis ángeles de la guarda, ya que si seguía sin su rápido diagnóstico, paseando por dentro del hospital, talvez no hubiese tenido oportunidad de seguir contándola. También llega Belu (la cardióloga), otras enfermeras, y me ponen al tanto de las nuevas reglas a cumplir; por suerte pasan preguntando que menú prefiero y me sale casi por reflejo:
_ Pollo, no!. Todavía me considero vegetariano.
Así que me dan a elegir entre croquetas, verduras hervidas, arroz, etc. Y no es que cambia demasiado mi humor pesimista, pero al parecer más a mi rutina alimentaria, me baja un poco la ansiedad. Recupero mi aparato celular, y ni bien lo enciendo, empiezan a llegar mensajes, whatsapp, avisos por llamadas perdidas; por lo cual, en total acuerdo con Belu, decidimos se lo quede ella y dé a conocer, que por unos días me declararon, “fuera de servicio”!.
Yanet, mi corresponsal de prensa, ya había puesto al tanto a mi compañero de habitación, de todo lo acontecido y comenzaba a pasarme datos de el; me cuenta su padecimiento, su desesperanza por tanto tiempo con esos diagnósticos inciertos, donde ya terminas desconfiando hasta de Dios mismo; me toca escuchar la charla de ánimo de su médico, que lejos de ser un diagnóstico, parece más una disertación sobre un libro de auto ayuda; la famosa frase: se nota una leve mejoría; con la correlativa respuesta: yo no siento que estoy mejorando, para mí, sigo igual que antes de la cirugía. Es cuando experimento esa rara sensación de congoja, donde sin ser un sentimiento de lástima, suena como algo confortante saber, que no sos el único con este tipo de problemas; entrando en las odiosas comparaciones, te auto consolas; te ves afortunado aun en la desgracia, siendo más Fierro que Martin, pero con algo de suerte; sentís la calma, como de encontrarte en una isla desierta, rodeada de tiburones, pero acompañado!; y aunque suene demasiado estúpido: no es lo mismo tener un socio en la desgracia, que sentirte el mejor desafortunado del mundo!.
Pasamos la primera noche en la habitación, durmiendo con mi Belu como cuidadora, tirada en el suelo a mi lado; comenzamos las nuevas rutinas: dame un poco de agua; alcánzame el papagayo; no puedo dormir ni aun cerrando mis ojos; oigo respirar a los demás y son nuevas experiencias, no porque nunca haya estado en habitaciones con desconocidos, sino porque era el único, que no podía, o no quería, cerrar los ojos!.

sábado, 21 de julio de 2018

¿Pollo? 26/07/2017

Cerca de las 20 horas, veo que viene una alguien con un carro, repartiendo comida; bueno, ya era hora; pero como era de esperar, solo era una porción pequeña de pollo con puré de calabaza y sin condimentos!; no sé cual será la interpretación medica de una alimentación sana, pero con la idea que le tengo al pollo, sabiendo las practicas alimenticias y de criado en la zona, no se que me va a matar primero: si mi deficiencia cardíaca o las toxinas del maldito pedazo de pollo!.
Cuando lograba cerrar mis ojos, siempre algún movimiento o sonido de los instrumentos, me despertaba sobresaltado y volvía a la pregunta desesperanzada, ¿llegaré a mañana?. Uno de los tantos sonidos, fue la alarma tipo bip intermitente, que me asustó bastante; me recordaba el retroceso en los camiones, o peor aun, la cuenta regresiva en una detonación!. No era demasiado sonoro, pero después de un minuto y no pudiendo reconocer que lo generaba, me empezó a preocupar!; no podía sentarme, no debía voltear a los costados y todos los instrumentos estaban colocados atrás de la cabecera; fue después de varios minutos que apareció una enfermera y seguramente mi cara de espanto le comunicaba algo, pues me dijo:
_ No se preocupe señor, es solo el alerta para recambio de suero!; además todos estos aparatos están conectados a la sala de monitoreo.
_¿Sala de monitoreo?.
_Si señor, ahí siempre se encuentra alguien controlando las cámaras y los mensajes de los aparatos de terapia intensiva.
_Ah!, menos mal que me avisó, pensé que en este cuarto estaba solo como perro malo y que nadie me veía!. Me respondió con una sonrisa:
_No, cuidado con lo que hace señor Achaval, lo estamos vigilando!.
La noche, no fue de las mejores; solo, con varios sensores conectados a mi cuerpo y esa terrible presunción de no llegar al alba del siguiente día, la hizo interminable!. Dos o tres veces me despertó la enfermera, para controlar mis signos vitales e inyectar en el suero vaya a saber uno que mejunje de drogas; igual, ya jugado, no quería pensar en eso; pues sería tan ridículo como preocuparme si hacen juegos mis ropas, con la decoración de mi mortaja!. Miraba el televisor solo por reflejo, ya que sin audio solo podía buscar subtítulos, que a esa distancia tampoco era viable sin anteojos.
Muy temprano en la mañana, otra persona me alcanza mi desayuno; también muy distante a mi desayuno normal y diario, pero ya mi normalidad tomaba grandes distancias en esos momentos!. Recién pasadas unas horas, me comunica una enfermera, que ya me trasladaban a una habitación!.

viernes, 13 de julio de 2018

La Gallina 26/07/2017

Se presentan como Viky y Florencia; otra vez con el mismo cuestionario y las mismas respuestas memorizadas, solo que a medida les iba respondiendo y relatando mis síntomas, se les desdibujaba su mirada amable y las veía mucho más serias a medida seguía con mi relato. Una de las muchas preguntas, fue que medicamentos tomaba en estos días, y como a todos los médicos anteriores, les comentaba solo para los triglicéridos y spirulina como suplemento dietario. Me llamo la atención, que no conocían la spirulina y me quedaron mirando raro como si hubiese nombrado algo prohibido!, por lo que Viky me dijo:
_Entonces, por las dudas, no se la recomiende a nadie!.
Es cuando me preocupo aún más. Por ser mi primera vez, aprendía muy rápido todos los protocolos de urgencia; es igual como veía en las series yanquis, solo que esta vez estaba como espectador en primera fila, acostado, mirando como transcurría mi vida en vivo; otro que reality show!. Desde el:
_Buen día señor Achaval, al:
_No se preocupe señor.
Habían pasado solo 10 minutos, y ya las doctoras habían modificado el tono de su voz, impartido órdenes a los enfermeros, me colocaron la famosa pastillita debajo de la lengua, me clavaron las agujas con suero, me dejaron completamente desnudo y solo con esa bata ridícula típica de los internados!.
En un momento me rodearon como 5 personas y para mis adentros rogué que no sean médicos forenses!. Veo que se asoman por la puerta mi mujer e hijos, los dejan entrar y en lugar de darme esperanzas o tranquilidad, se fijan y reprochan que llevaba puesto mi más vieja ropa interior y las medias más rotosas!; como si debiera preocuparme mi imagen en esos momentos; o mi mejor ropa interior, me adicionaría un poco más de vida. Una de las enfermeras, como para romper el hielo me dice:
_Usted debe ser muy mimoso Don Achaval, porque está toda su familia preocupada por su salud!. A lo que respondí:
_Umm, no siempre es lo que parece!; modestia aparte, es la gallina de los huevos de oro, la que está en la camilla!.
Viky me toma de la mano y comienza la conocida rutina de médicos:
_Usted no se preocupe, ya le estamos administrando las medicinas necesarias y lo trasladamos a terapia. A lo que pregunto:
_O sea que de aquí no me voy ni en joda, no?.
_No señor Achaval, por ahora se queda aquí con nosotros!.

domingo, 8 de julio de 2018

Otro golpe burocratico 26/07/2017

Otra vez a subir y bajar escaleras buscando donde realizan los análisis, donde la radiografía; nos encontramos solicitando por mi obra social el bendito análisis de sangre y chocamos otra vez con la burocracia y falta de información!. - Dos de los análisis necesitan autorización previa. Nos dice la secretaria de la sección. - Y no lo pueden pedir ustedes?. Pregunta Belu. - No, lo debe pedir el beneficiario; solo puedo llamarles a la obra social y ustedes lo solicitan. Busco la aplicación en mi teléfono para solicitar autorizaciones y como siempre ocurre, no abre; lo tomo con calma, pero es ahí donde nos damos cuenta del error!; deberíamos haber entrado por emergencia cardíaca y no estar dando vueltas por todo el hospital en busca de autorizaciones a mi obra social. Ya era tarde para volver atrás; después de casi una hora, lograron comunicarse con el sector de autorizaciones, escanear el pedido médico y recibir la autorización. Entro a la sala, me realizan la extracción de sangre, y me comunican que los resultados estarán dentro de una hora. Ya era media tarde y todavía estaba sin probar nada!, solo agua. Belu me dice que ya pidió un turno para un cardiólogo a las 18 horas y que estaba comiendo algo en el bar. Me siento en el bar y le manoteo un tostado a Belu. -Perdoname Belu, pero no aguanto mas de hambre!. -Comé Papi, pido otro. Es increíble pensar que estuve casi 16 horas sin comer nada; dejo mis preocupaciones de lado y me dedico a saborear el tostado, como si fuera el manjar de los dioses. Me relajo y quiero creer que todo es culpa de mi paranoia, pienso en volver a casa y contar la anécdota; pero es ahí donde me vuelvo a equivocar!. Siento que comienza el mismo ardor en el centro de mi pecho y se me desploma la buena onda; me invade la incertidumbre nuevamente y se ve que lo refleja mi cara. -Papi, estas bien?; te pusiste blanco. Solo asiento con mi cabeza; ni sonido me salió. -Papi, otra vez ese dolor raro?. -Si Belu!, el mismo. Belu salta de la silla y corre a buscar una enfermera, todos me quedan mirando como bicho raro; recorro las miradas de mi cuñado, Juanpi, La Gallega, todos con asombro preguntando por como era el dolor. Belu me hace señas que la siga, había pedido un médico por emergencia coronaria; nos indican esperemos en las sillas frente a salas de emergencias y otra vez la incertidumbre!. Es en esos momentos, donde nadie puede decirte como proceder!, ni siquiera si pasó personalmente por la misma situación; no existe un protocolo para pacientes en emergencias; todos los procedimientos están escritos para los funcionarios en la salud y están enfocados a cubrir su integridad profesional, ética y moral; es lo que corresponde; ya que nadie está exento de encontrar a un paciente fuera de si, que arremeta contra todos, porque cree que están ignorando su emergencia!. Cuando Belu ya estaba montada a una pila de insultos, pues habíamos esperado más de 20 minutos que apareciera un médico y a esas alturas ya no se que me asustaba mas, si mi dolor raro o la reacción en cadena de mi hija, una enfermera nos hace pasar a una sala; me acuesto en una camilla y aparecen dos médicos residentes, especialistas en coronarias.

viernes, 29 de junio de 2018

Culpa del guiso 26/07/2017

Llegando a Rosario, comenzamos a deliberar a donde dirigirnos:
-Donde vamos Papi?.
-Que se yo!, al ICR, que otro conoces?.
-Hay uno nuevo, que es del grupo Gamma; donde operaron al primo de la Viki. Creo que se llama Hospital Privado y es el que antes era Sanatorio de Los Arroyos.
-Y donde queda?.
-No se, déjame que busco en el Google; ah!, queda acá cerca, en Pte. Roca al 2400.
-Y bueno, dale!, vamos a ese.
Al llegar, veo todo el edificio nuevo, estacionamiento con barreras en subsuelo, todo vidrio!, y me invade el presagio: “esto debe ser caro”; pero la preocupación por mi estado, me desviaba al conocido “será lo que Dios quiera”. Estacionamos; Belu comenzó la búsqueda por donde ingresar a la guardia, subimos, bajamos escaleras, encuentra la guardia y saca un turno. Esperamos unos minutos, nos atiende una doctora y nuevamente el cuestionario:
-Si, cuénteme que le ocurre.
-Bueno, desde ayer ando con un dolor raro. Ya consulté a un médico de mi pueblo, que escribió una historia clínica y según su opinión es un síntoma cardiaco. Le presento el escrito del médico y seguramente la encontramos en un mal día, o bien reniega bastante con la letra ilegible de sus colegas; pero me tiro un:
-No, esto es imposible de leer!; ustedes entienden lo escrito?. Pierdo mas tiempo tratando de entender lo que dice, a que me cuente usted desde el principio los síntomas que tiene.
Y nos quedamos callados, sorprendidos, como si hubiésemos presentado un escrito falso!. Son esas situaciones que no se las deseo ni a mis enemigos; estas al borde de un ataque, tratas de mantener la calma, sentís la presión de tus acompañantes con la conocida, “vos no sabes explicar bien” y por esas vueltas de la vida, por alineación de planetas, o porque sos mas Fierro que Martin, te enfrentas a otro ser humano de quien depende tu vida y resulta que sin querer, por problemas personales, minimiza tu explícito pedido de auxilio!; seria mas o menos como si caído del barco, pidiendo auxilio porque no sabes nadar; quien tiene el salvavidas en la mano, no te lo arroja, porque le parece un poco desordenada la soga que tiene atada!; tiralo ya!, después ordenamos todo.
Por lo tanto, cronológicamente vuelvo a relatar todos mis dolores y actividad desde ayer hasta hoy. Cada tanto mi Gallega, como es su costumbre, me corregía o corroboraba algo de mi relato y metió su diagnóstico personal de acidez estomacal, gracias a su guiso de lenteja del lunes al mediodía; no estaba de ánimo para confrontarla, pero me intrigaba con que autoridad médica estaba opinando, si ni siquiera se hacía cargo del explosivo e impredecible guiso de lentejas!. Pero lo que mas me llamó la atención, fue que la doctora, lo contaba dentro de las posibilidades!. Lo último que me faltaba es viajar a Rosario por una simple acidez estomacal. Obvio que la cara de Belu, me apunto que coincidíamos en pensamiento: esta no me entendió, o no escuchó de que ya otro médico y mi hermana Daniela, apuntaban a problemas coronarios!. Igual me recetó una radiografía, otro electro cardiograma y un análisis de sangre completo, con la búsqueda de las enzimas más tempranas y dijo que volviera después de realizarme los estudios.

sábado, 23 de junio de 2018

Estoy al horno 26/07/2017

Vuelvo a despertarme a las 6 de la mañana, repitiendo la misma secuencia de dolor y es cuando ya no puedo volver a dormir y recapacito que deliberadamente “estoy al horno”. Ya es imposible tanta coincidencia; tampoco podría ser sugestión o paranoia, mi cuerpo me estaba tirando una alerta y vuelvo a recalcular mis siguientes actos en pos de los acontecimientos, con el archi conocido: y ahora que mierda hago?. Era demasiado temprano para molestar a todos mis conocidos, pidiendo un consejo médico. Suena el despertador y seguía sin dejar de pensar sobre mi futuro, espero el horario de entrada a la oficina, llamo por teléfono y aclaro:
-Decile a los compañeros, que estoy descompuesto, pase una mala noche y no voy a ir la oficina ahora; después les aviso.
Cuando calculo que mi hermana Daniela ya podría estar despierta, comienzo a mandarle whatsapp preguntando si puedo llamarla. A pocos minutos me contesta y la llamo.
-Hola Paco, que paso?. Claramente interpreta que algo grave pasó, ya que no es horario como para andar saludando.
-No se Negra, tengo un dolor raro en el pecho, que ya me despertó 3 veces y me estoy asustando.
-El dolor te despierta?. Te dura mucho el dolor?.
-Si, el dolor me despierta, pero me dura muy poco y después no siento nada más. Es cuando el silencio de Daniela me preocupa mas todavía. Y como la conozco hace 40 años, se que esta rumiando sus palabras como para no espantar a su hermano hipocondriaco.
-Ay Paco!, quédate tranquilo, pero no pierdas tiempo; es posible que sean síntomas cardiacos, así que ándate lo antes posible a un cardiólogo en Rosario y mejor si vas en ambulancia. Quien puede asimilar distendido la suma de las palabras: cardiaco, rápido, ambulancia, sin que se le aflojen los parámetros de cordura!. A estas alturas, la lluvia y cruce de llamados con nuestros hijos, era bastante fluidos y todos coincidían, que debía buscar un médico para que autorice el viaje en ambulancia. Envío un mensaje a mi médico de cabecera, no estaba en el pueblo; voy en busca de otro médico conocido, también había viajado. Adoptamos el plan C, el médico de guardia en el SAMCO (un hospital público de pueblo), que por suerte nos atendió en unos minutos y da comienzo al dialogo, que repetiría unas 10 veces durante todo el bendito día.
-Que síntomas tiene?.
-Es como un ardor en el centro del pecho, que después se convierte en dolor punzante, me repercute en la espalda y se traslada a mi brazo izquierdo.
-Cuando le ocurrió este cuadro?.
-Ayer a las 14 horas, hoy a las 2 de la madrugada y a las 6 de la mañana.
-Y porque no vino hasta el hospital en ese momento?.
-Es que me dura menos de un minuto y después no siento mas dolor!.
-Es fumador?
-No, nunca fumé en mi vida.
-Es hipertenso?, sufre arritmias.
-Nunca tuve cuadro de presión alta o arritmia.
-Cuantos años tiene?
-Voy a cumplir 61 años el mes que viene; hace 40 años que soy vegetariano; hago 40 minutos de bicicleta fija casi todos los días.
-Es diabético?, tiene colesterol?, toma algún medicamento con corticoide?.
-No, solo triglicéridos y estoy tomando medicamento para bajarlos.
-Cuanto tiene de triglicéridos?
-En el último análisis tenía como 280.
-Cual es su ocupación laboral?.
-Trabajo de oficina frente a una PC.
Y es cuando noto una mirada de desconfianza de parte del médico, como que no le estoy contando todo, o en el peor de los casos, supone que soy uno de esos hipocondriacos con un bruto ataque de pánico!; o peor aún, debe pensar que me pase de viagra y ahora tengo miedo que me dé un infarto.
-Estaba durmiendo cuando tuvo esos síntomas?.
-Si, y me despertó el dolor. Esa era la frase clave: estaba durmiendo y me despertó el dolor; fue cuando cambió su actitud desconfiada y me llevó a enfermería para que me midan la presión arterial, me realizaron un electro cardiograma y un análisis de sangre en busca de Troponina T, que denuncian infarto cardiaco.
Todo fue negativo; el insistía en que un electro cardiograma solo sirve si se realiza en el mismo momento de los síntomas; yo volvía a insistir con me era imposible llegar a medianoche, justo en momentos de los síntomas. Seguimos deliberando sobre mi traslado en ambulancia, a otro centro asistencial preparado para cardiología; después de casi una hora llamando por teléfono, nos comunica que es imposible conseguir una plaza donde derivarme en ambulancia. Por lo cual prepara un escrito donde da su diagnóstico, y me dicta un escrito en el cual expreso: “comprendo potenciales riesgos de alta voluntaria y entiendo la necesidad de concurrir a un nosocomio en carácter de urgente, dejando conformidad por escrito”; o sea, me hago cargo y que sea lo que Dios quiera!. No fue fácil asimilar la situación, pero acostumbrado a las malas, disidimos viajar a Rosario en auto con nuestros hijos. El viaje fue tranquilo, sin sobresaltos, salvo que conducía Juanpi!; Belu de copiloto, criticando como siempre su indecisión a la hora de adelantarse o frenar; calculo que mi cara era de espanto y ellos con la misma mirada del médico: “este tiene un ataque de pánico”.

sábado, 16 de junio de 2018

Lunes 24 de julio 2017

Uno de esos días muy lunes, después de un domingo chamameceando con los amigos, amanecí medio desanimado; no corren buenos tiempos, la desesperanza es grande y el medio social que me tocó en suerte, no es de los más prometedores. Pero a fuerza de no aflojar y poner el pecho, transcurrió toda la mañana en la oficina, sin sobresaltos o complicaciones. Luego de almorzar, me tiro como siempre unos minutos a la cama, como para recuperar algo de energía; me duermo y antes de que suene la alarma del celular, comienzo a sentir un ardor en el medio del pecho, que continua siendo una opresión, se traslada rápidamente a mi espalda y continua como algo parecido a un calambre por mi brazo izquierdo!. Es cuando la paranoia me invade y rápidamente realiza la búsqueda en base de datos histórica de mis dolores físicos, poniendo todos mis malos presagios en alerta; quiero pensar que fue un calambre, ya que este raro dolor no duró más de 30 segundos; pero lo suficiente para no volver a dormirme. Volví a la oficina por unas horas y no pude recuperar el buen humor; seguí con mi rutina al llegar a casa: 40 minutos de bicicleta fija, otro rato de siesta tardía, baño reparador, ya que justo los lunes hay ensayo del grupo Coral y si no descanso algo, no llego despierto ni a las 23 horas. Durante el ensayo, mi compañero (el Juan) bromeaba que no me veía bien, y amagaba golpearme la espalda para despertarme. -Que pasa Paquillo, te estas durmiendo?. -No jodas Juan, no ando bien, me duele mucho la espalda y es un dolor medio raro. Haciendo gesto de “anda, deja de joder!” y levanta la mano como indicando que me voy para el cielo. -Y…., todo es posible Juan!, pero en realidad no se si será para arriba o bien abajo, al infierno!. Aunque otra teoría conspirativa dice que el verdadero infierno, es aquí, en vida y que en mi otra vida, debo haber sido un personaje siniestro!; solo por esa razón el mismísimo Diablo, me envió nuevamente a esta vida como castigo, para lavar mis culpas anteriores. Puede parecer que me quejo de lleno, pero haciendo un recuento de los acontecimientos, es demasiado castigo, confabulación, conspiración y venganza para un solo hombre!; no solo me golpeó la vida; me escupió en la cara, me clavó piquete de ojos, perpetro una zancadilla, me tumbó y no conforme, me pateó en el suelo!.

viernes, 8 de junio de 2018

Papagayo 26/07/2017

Ya había soportado varias horas mirando el techo de enfermería, cuando me comunican el traslado a terapia intensiva; era mi primera vez en todo!, solo había estado de visita en estos lugares, como espectador o acompañante; cambia bastante la posición, el ánimo, las expectativas; solo aquellos que les tocó en suerte, pueden entender de que hablo. Me trasladan por ascensor, pasillos, siempre mirando el cielorraso y de reojo a los enfermeros, que realizan comentarios nada relacionado con mi congoja!; no sé qué es peor, si el silencio sanatorial o los comentarios enajenados de la gente que te rodea en esos momentos.
Llegando a destino, comienzan a conectarme todos los sensores de monitoreo, dosificador de suero, etc. y vienen a mi memoria todas esas películas y series de hospitales, ya que todo es muy moderno, muy pulcro, y tengo un televisor para mi solo!; a los pocos minutos me doy cuenta del primer problema técnico: el tele está en una posición bastante cómoda visualmente hablando; pero como cuernos hago para escuchar el audio sin poner el volumen al máximo?. Llega la enfermera de turno, comienza a recitarme los procedimientos y horarios, como estoy conectado a la sala de monitoreo y realizo mi primera pregunta fuera de lugar:
_¿Cómo hago para ir al baño?. Sonriendo me dijo:
_No puede bajarse de la cama señor!. Hago un gesto de incertidumbre y sin dejarme repreguntar, saca algo al costado de la cama, y lo muestra diciendo:
_Para eso está el amigo papagayo.
También era mi primera vez con eso!, lo estudie un rato, proyecté mis movimientos como para instalarlo en uso y me desahogué!, hacia como seis horas que no iba a un bendito baño; no sé si era el miedo, o mi preocupación por mi destino incierto, pero nunca había soportado tanto sin orinar!. Es cuando comienza mi primer drama existencial; ¿Cómo hago para sacudir el miembro dentro del papagayo?; quien inventó este recipiente?, una mujer que odiaba a los hombres?; tal vez no sea un problema para cualquier masculino normal, pero para alguien anormal, pulcro desde que tiene memoria, no poder contener esa última y casi siempre inoportuna gotita o re direccionarla a donde corresponda, es terrible!. Pensé en el pico de los surtidores de combustibles, inclinarlo para que retorne; girar el pico como la botella de buen vino; retirar un poco hacia atrás y golpear con efecto látigo (bastante corto en ese momento). Con tanta tecnología digital, como aun no re diseñaron el papagayo?; no se, algo que succione, que sople; mas anatómico, que vibre, así podemos jugar un rato!. No, un simple tubo plástico traslúcido, para complicarnos en los peores momentos de nuestras vidas!. Pero siempre puede empeorar!, al retirarlo casi lleno, no tengo en cuenta la inclinación de la cama y me vuelco gran cantidad de orina, entre mis piernas!; y me preocupaba una gotita.

viernes, 1 de junio de 2018

Martes 22 de mayo 2018

Ayer martes 22 de mayo, hacia exactamente 294 días y 10 horas que volvió a latir mi corazón, luego de sacarlo a pasear por el quirófano, sin mi autorización. Estoy bien, me siento bien anímicamente, retome mis actividades artísticas, pero nunca deje de auto testearme!; es casi una rutina minuto a minuto; la incertidumbre del será hoy?, será esta noche?. Fue antes de acostarme, sentí una molestia en los músculos de mi cuello, y se liberaron todas mis endorfinas anti pánico!; toda mi paranoia hipocondriaca en su máxima expresión; no emití sonido alguno, porque sé fehacientemente que empeoraría la situación!. Solo quede en modo a prueba de fallos, recostado boca arriba, optimizando síntomas con el mensaje subliminal: No apague el equipo, su sistema de pánico se está actualizando!. Obviamente que por varias horas no me anime a cerrar los ojos, como si fuera una receta mágica para seguir vivo; repase mi vida, mis errores, mis pecados, como para presentarme preparado al juicio final y aposte a mi última teoría de supervivencia: Como ya sé que soy un FIERRO normas IRAM ISO de 9000 para arriba, creo que el endeudarme al máximo con bancos y tarjetas de crédito me mantendrá con vida; ya que seguramente Dios, el Diablo, Alá, Buda y/o cualquier otro ente y/o deidad que se ha ensañado con mi vida, no me dejara morir hasta no pagar el último centavo de mis deudas financieras!; y es en realidad como una redoblona, si muero, no le pago a nadie!. En resumen, me cagué todo, pero por suerte tuve tiempo para contarlo por escrito.

Martes 25 de julio 2017

Volvimos del ensayo coral, nos tomamos un tecito de hierbas y me fui a descansar; no así la señora Yanet, que firme a su adicción por Netflix, se quedó a ver unos episodios de Black List. Me desmaye al instante, como si mi organismo tuviera un sistema automático de hibernación: cuando mi físico detecta posición horizontal, mi cerebro se desconecta. Fue mas o menos a las 2 de la mañana, que desperté y volví a repetir la misma secuencia de dolor!. Ya era imposible que fuera un simple calambre, y es cuando me indigna que mi puta paranoia sea tan acertada!; me levante realmente desanimado; nada era normal, baje la escalera recalculando mi situación; Yanet seguía mirando Black List y se sorprendió al verme.
-Que te pasa?,
-No se, me despertó un dolor raro.
-Dolor raro?, vos un dolor raro?. No respondí, porque en esas situaciones de desconcierto, suelo ponerme demasiado ácido y a estas alturas, mi estado de alerta era tan importante, que tenía totalmente ocupadas a mis neuronas egocéntricas. Veo la PC encendida; por reflejo voy al viejo y querido Google, y escribo: “dolor en el pecho y brazo izquierdo”. Cuando leo los títulos de coincidencia, me cae la ficha; creo que se me dilataron las pupilas!, no dejaba de leer rápidamente todas las opciones y todas coincidían en algo: deficiencia cardiaca. En una de las tantas que leí en 10 minutos, aconsejaba tomar una aspirina, ¿para fluir más el torrente sanguíneo?, no disponía de claridad como para analizar el consejo; situación similar a la descompostura gastrointestinal en un acto protocolar, lejos de los sanitarios: Calculas rápidamente el mal menor o lo que tu paranoia proyecta como acontecimientos irreversibles, las excusas que imaginaras ante la catástrofe, cerras los ojos, tragas saliva y le encomiendas tu alma al diablo, ya que sabemos disfruta ponernos en esas terribles encrucijadas. Igual pregunté: -Hay aspirinas?, de reojo mi estimada me tiró: -Vos vas a tomar una aspirina?. –Que te pasa?. Obvio, tomar algún tipo de calmante siempre fue parte de mi resistencia natural; las personas que toman calmantes por costumbre, distorsionan las alertas que nuestro cuerpo presenta, pero el espanto era importante y tome un ibuprofeno, que era lo más parecido que encontré en nuestra casa. Volví al dormitorio muy preocupado, pero el cansancio me volvió a vencer.