viernes, 8 de junio de 2018

Papagayo 26/07/2017

Ya había soportado varias horas mirando el techo de enfermería, cuando me comunican el traslado a terapia intensiva; era mi primera vez en todo!, solo había estado de visita en estos lugares, como espectador o acompañante; cambia bastante la posición, el ánimo, las expectativas; solo aquellos que les tocó en suerte, pueden entender de que hablo. Me trasladan por ascensor, pasillos, siempre mirando el cielorraso y de reojo a los enfermeros, que realizan comentarios nada relacionado con mi congoja!; no sé qué es peor, si el silencio sanatorial o los comentarios enajenados de la gente que te rodea en esos momentos.
Llegando a destino, comienzan a conectarme todos los sensores de monitoreo, dosificador de suero, etc. y vienen a mi memoria todas esas películas y series de hospitales, ya que todo es muy moderno, muy pulcro, y tengo un televisor para mi solo!; a los pocos minutos me doy cuenta del primer problema técnico: el tele está en una posición bastante cómoda visualmente hablando; pero como cuernos hago para escuchar el audio sin poner el volumen al máximo?. Llega la enfermera de turno, comienza a recitarme los procedimientos y horarios, como estoy conectado a la sala de monitoreo y realizo mi primera pregunta fuera de lugar:
_¿Cómo hago para ir al baño?. Sonriendo me dijo:
_No puede bajarse de la cama señor!. Hago un gesto de incertidumbre y sin dejarme repreguntar, saca algo al costado de la cama, y lo muestra diciendo:
_Para eso está el amigo papagayo.
También era mi primera vez con eso!, lo estudie un rato, proyecté mis movimientos como para instalarlo en uso y me desahogué!, hacia como seis horas que no iba a un bendito baño; no sé si era el miedo, o mi preocupación por mi destino incierto, pero nunca había soportado tanto sin orinar!. Es cuando comienza mi primer drama existencial; ¿Cómo hago para sacudir el miembro dentro del papagayo?; quien inventó este recipiente?, una mujer que odiaba a los hombres?; tal vez no sea un problema para cualquier masculino normal, pero para alguien anormal, pulcro desde que tiene memoria, no poder contener esa última y casi siempre inoportuna gotita o re direccionarla a donde corresponda, es terrible!. Pensé en el pico de los surtidores de combustibles, inclinarlo para que retorne; girar el pico como la botella de buen vino; retirar un poco hacia atrás y golpear con efecto látigo (bastante corto en ese momento). Con tanta tecnología digital, como aun no re diseñaron el papagayo?; no se, algo que succione, que sople; mas anatómico, que vibre, así podemos jugar un rato!. No, un simple tubo plástico traslúcido, para complicarnos en los peores momentos de nuestras vidas!. Pero siempre puede empeorar!, al retirarlo casi lleno, no tengo en cuenta la inclinación de la cama y me vuelco gran cantidad de orina, entre mis piernas!; y me preocupaba una gotita.

1 comentario:

Dandy y Ester dijo...

😄