viernes, 1 de junio de 2018

Martes 22 de mayo 2018

Ayer martes 22 de mayo, hacia exactamente 294 días y 10 horas que volvió a latir mi corazón, luego de sacarlo a pasear por el quirófano, sin mi autorización. Estoy bien, me siento bien anímicamente, retome mis actividades artísticas, pero nunca deje de auto testearme!; es casi una rutina minuto a minuto; la incertidumbre del será hoy?, será esta noche?. Fue antes de acostarme, sentí una molestia en los músculos de mi cuello, y se liberaron todas mis endorfinas anti pánico!; toda mi paranoia hipocondriaca en su máxima expresión; no emití sonido alguno, porque sé fehacientemente que empeoraría la situación!. Solo quede en modo a prueba de fallos, recostado boca arriba, optimizando síntomas con el mensaje subliminal: No apague el equipo, su sistema de pánico se está actualizando!. Obviamente que por varias horas no me anime a cerrar los ojos, como si fuera una receta mágica para seguir vivo; repase mi vida, mis errores, mis pecados, como para presentarme preparado al juicio final y aposte a mi última teoría de supervivencia: Como ya sé que soy un FIERRO normas IRAM ISO de 9000 para arriba, creo que el endeudarme al máximo con bancos y tarjetas de crédito me mantendrá con vida; ya que seguramente Dios, el Diablo, Alá, Buda y/o cualquier otro ente y/o deidad que se ha ensañado con mi vida, no me dejara morir hasta no pagar el último centavo de mis deudas financieras!; y es en realidad como una redoblona, si muero, no le pago a nadie!. En resumen, me cagué todo, pero por suerte tuve tiempo para contarlo por escrito.

No hay comentarios: