martes, 11 de diciembre de 2018

Bien cosido. 06/08/2017

Según mis médicos, pronto me darán alta hospitalaria; de esta forma corro menos riesgos de ligarme virus o bacterias indeseables, pero en realidad me suena a recambio de plazas disponibles, esa incómoda sapiencia de que todo es “negocio” en este rubro. Igual me consuela que tendré más intimidad en casa, menos gastos en tarjetas de crédito a mi cargo; en cuanto a los cuidados y curaciones, Dios me ampare, serán a cargo de la Yanet las 24 horas del dia!. Ante la consulta médica por nuestras habitaciones, ella muy suelta dijo:
_Siiiiii, ya nos vamos a organizar!.
Es su protocolo de organización lo que más miedo me da; siempre prioriza sus necesidades, todo lo demás es secundario; carga genes de la abuela gallega, la Ñata, esa que un día de mucha niebla viajando como acompañante, ante el pedido de limpiar el parabrisas, solo repasó su lado derecho y certificó:
_Ya está, ahora veo bien!.
Así comienza el largo listado de medicación, con dosis y horarios estrictos anotados en receta médica; ya llevo contadas 15 tomas en 24 horas, por lo tanto empiezo a cargar los horarios con alarma en mi celular, de otra forma sería alto riesgo depender de mi cuidadora nocturna para la administración.
Ya me sacan a caminar por los pasillos, acompañado por kinesiólogo; otra vez dando vergüenza con esa bata inversa, calzado de seguridad, despeinado alternativo de las pocas canas que quedan, tambaleando efecto de los calmantes, con el médico tomándome del brazo; no quiero ni pensarlo, seguramente debo verme muy similar a los primeros pasos de el joven Frankenstein en la película de Mel Brooks!.
Justo hoy, mientras caminábamos, nos encontramos con Javier, uno de los cirujanos que participó en mi bypass coronario y según me comenta, fue el encargado de cerrar mi esternón.
_Hola Don Achaval, como anda?.
_Eh!, ando.
No era el momento para recitarle todas mis quejas y reclamos.
_Está muy dolorido?.
_No, dolorido no, siento una molestia en el pecho, pero nada grave.
Me contesta con una sonrisa:
_Es natural mi amigo, sabe usted de que se trató su cirugía.
_Si Doctor, no me haga acordar!. Me duele un poco más cuando tengo tos.
_No se asuste, está muy bien cosido con alambre de acero inoxidable; le aseguro fehacientemente que no se va a descoser nunca.
_Ah, alambre de acero inoxidable?; bueno, quizás reciba mejor señal de mi empresa telefónica, ya que tengo antena incorporada!.
_No se Don Achaval, el tema en recepción de señal no es mi rubro.
Le causó gracia mi acotación, supongo que sonó ridícula; pero vino a mi memoria el primo Daniel, quien culpa de un accidente automovilístico se ligó una placa metálica en su cráneo y siempre hacia su acto de magia, tomando la antena de la radio Spica, aumentaba el volumen de señal!

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