sábado, 25 de agosto de 2018

Depilacion transitoria 31/07/2017

Hoy lunes, ya nos confirman que mañana martes 1 de agosto, entraré a cirugía. Los médicos y enfermeros me van comunicando todos los por menores pre cirugía. Ya no me dejan elegir el menú, me agregan más pastillitas de colores, el humor de mis familiares va decayendo, sobre todo el de mi mujer, que tiene los ojitos más brillosos que nunca!, y la impaciencia por saber el que vendrá, me va recalentando el ánimo, aunque hago un esfuerzo sobre humano para disimularlo, porque supongo que una lagrima mía, desencadenaría un mar incontenible.
Llega mi hermana Daniela, la doctora de la familia y trata por todos los medios de contagiarme esperanzas; solo me saca una sonrisa burlona, ya nos conocemos y sabemos fehacientemente, que ninguno de los dos tiene remedio!, la mescla de razas en Achaval Nuñez Fratini Scarpeccio, nos ha moldeado así, sumado a la suerte que nos acompaña, hace imposible revertir nuestra falta de fe.
Me despiertan muy temprano, aparece una enfermera que nunca había visto y me comunica que van a proceder a rasurarme todo el cuerpo. Quedo totalmente desnudo y entregado!, rara situación en que me encuentro, y no puedo ocultar mi incomodidad; por suerte la enfermera, mucho más joven que yo, acostumbrada a esto, comienza haciendo bromas sobre mi abundancia capilar.
_Usted me va a llevar más tiempo del calculado, señor Achaval.
_Si!, soy demasiado peludo, no?.
_Si, si, voy a necesitar ayuda.
Es cuando le comunica a otra enfermera que venga con otra máquina depiladora. No puedo contener la risa, ya que la otra me observa desnudo y comenta:
_Ay Dios!, es verdad, cuanto vello!. Y recuerda la anécdota de su abuela:
_A mi marido, la madre no lo parió, lo tejió!.
La enfermera mas joven, buscando la forma mas rápida de pasar la máquina, invertía la cuchilla, y por ser una de esas recargables no profesionales, se le desarmaba el peine en cada pasada; rezongando volvía armarla y seguía de la misma forma. Fue cuando vio que sonreía y pregunta:
_Usted se está riendo de mi, don Achaval?.
_No nena, es que si no usas la afeitadora en el sentido que corresponde, no terminas mas!.
_Ah, usted vio que yo le daba al revés y no me decía nada.
Y así siguieron pasando los minutos complicados, sobre todo cuando depilaron el vello púbico; ellas entre bromas trataron de minimizar la tensa situación emocional, pero para mí, no fue nada fácil.

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