viernes, 16 de noviembre de 2007

La Foca Dorada.

Recibo invitación formal, para un festejo del 75 aniversario, de la institución para la cual trabajo; como corresponde, hago la pertinente consulta al poder supremo, ya que personalmente no disfruto demasiado de este tipo de fiestas; no así mi Gallega, que siempre acusando poca vida social, ambiciona ser invitada de honor, aunque solo sea la inauguración de la estatua al pintor desconocido!. Confirmado nuestra asistencia, comienzan los preparativos: cálculos de nuevos talles, combinación de colores en la indumentaria, diseño de calzado acorde al nivel de los demás invitados, ocultamiento de esas odiadas canas, cremas y maquillaje de estación, tamaño y material de accesorios, correspondiente aviso a familiares y amistades directas de nuestra ausencia domiciliaria, todo un verdadero rito social!; obviamente, no puedo colaborar en nada, salvo el asentamiento con mi cabeza acompañado de un “si querida”, ante el aviso y uso de su extensión de mi tarjeta de crédito. Para mí, el verdadero invitado, solo es valido un traje de sobrio color oscuro; ¿un traje?, ¿yo?, con saco!, naaaaaaa!, va en contra de mis principios!, ¿es necesario degradarme a un vil y común hombre de saco?. Busco supuestos aliados entre mis compañeros, descartando que mi compadre mas que ponerse de mi lado, no encontrará saco que no le ajuste demasiado!, pero no fue así, como siempre falle en mis pronósticos; todos!, absolutamente todos los asistentes varones y alguna que otra mujer, usaban el típico saco multiuso!; es ese, en que se invierte una sola ves, normalmente para casamiento propio o de nuestros hijos, y se usa indistintamente en invierno o verano, fiesta o velorio, casamiento o bautismo, registro civil o iglesias católicas, día o noche, ciudad o a campo abierto con viento y tierra. Desde el preciso instante que detecta, que su esposo es el único desubicado que no usa el típico atuendo social, le afloran viejos resentimientos, clásicos preestablecidos por abuelos y tatarabuelos, etc. y no escatima ofensas hacia mi persona, ni recitados de elementales principios psuedo sociales, con la sola intención de convencerme y convertirme en ser el peor y mas andrajoso indigente callejero. Primero pensé que era una broma, una de sus acostumbradas formas de provocarme cuando la mata el aburrimiento, pero no!, realmente le molestaba verme distinto y sentado a su lado!; al punto de aseverar, que un pobre hombre casi lisiado, de mas de ochenta años, que caminaba a recibir su recordatorio de su paso como funcionario, apenas arrastrando sus pies, se veía mucho mejor que yo, solo porque usaba saco y pantalón del mismo color!.
Cuando la conversación o monólogo ya me hartaron, miré a mi alrededor buscando inspiración, recordando una vieja película de onda naturista, equiparando los 700 invitados varones a una colonia de pingüinos, y comenté con sorna: _me siento “una foca dorada”, una auténtica especie en vías de extinción, un elemento de colección!; -¿y que?; cuando en realidad: es mi alegre forma de amenguar la crueldad con que la madre naturaleza, esculpió mis rasgos faciales!.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

juajajajajaja... es que una es así, ve? me casé también con el último alemán de izquierda, con aro en la oreja y casaca de cuero (second hand) y después le ando pidiendo que al bautizo del bebe de menganito venga "decente"! tonteras de una que no se acuerda porque uno eligió al que eligió. Para que veas, le salvaste el pellejo a mi marido en la próxima fiesta familiar lo dejo en paz. Que haga el loco! si total por esa capacidad era que me gustaba tanto.
Beso ( y también a la gallega, la pobre aguanta lo suyo, seamos sinceros!)

Celeste Loren Foundairo dijo...

Hola mi nombre es Celeste y te invito a que hablemos de literatura.

mabel casas dijo...

jajajaja
me fascinó lo de foca dorada en extinción!!

por que así debe ser,uno como es! nada de andar copiando pinguinos por formalidad de otros,por que la formalidad de uno pasa por otras cosas más profundas de principios..que no piden la aprobación de la etiqueta...sino de lo humano que aún queda...

por otra parte,soy de extinción también,y me gusta serlo ,quién quiera hablar que hable! señal que cabalgamos no? don cervantes ya lo dijo ...
cariños amigo