martes, 8 de julio de 2008

Nunca más.

Pasaron varios minutos, la impaciencia saturaba líneas de telefonía celular; ya en el atardecer, llego nuestro móvil de relevo. Imposible no recordar la situación, ya poco quedaba del buen humor de todo el día, las caras de casi todos mis compañeros, era de tipo de mezcla que da miedo, cansancio y mal humor!; luego alcanzo a recordar que mi Gallega, con su típico abrazo en busca de abrigo, apoya su cabeza en mi pecho y suelta esas mágicas palabras que sugieren tranquilidad y silencio por unas horas, “Papi, tengo sueño”. Prácticamente, me desmayé!, solo me despertó bien entrada la noche, un fuerte golpe en las ruedas del colectivo, descubrí que solo faltaban 60 kms para estar en casa, comienzan a despertar la mayoría, la pregunta de rigor, ¿alguien tiene agua?; ya en la ciudad de Casilda, cada cruce de calles y sus correspondientes badenes, marcaban algún tipo de desperfecto en la suspensión; tanto, que el dueño y chofer del colectivo, lo detuvo en la avenida para verificar de donde provenía el ruidoso golpe. Cuando el nunca mejor apodado “Batifondo”, comenzó a insultar, gritar, golpear su propiedad, supimos al instante, que este día quedaría en la historia; cada uno que se bajaba, miraba las ruedas traseras derechas, soltaba un preocupante “uuuuuhh”; suben algunos con la alarmante noticia, se rompió un pulmón!; me lleva aproximadamente 15 minutos, explicar a mi Gallega a que pulmón se referían, pues con cara de espanto, casi gritado, preguntó ¿Cómo un pulmón?.
Nuevamente surgen conjeturas, si lograremos volver a nuestros hogares en el mismo día, si fuimos maldecidos por alguna bruja gubernamental, o sufrimos algún conjuro de nuestros abuelos participantes del Grito de Alcorta, o simplemente estamos meados por un dinosaurio!. El, “ahora que hacemo” sonaba continuamente; otra ves colapsan las líneas de teléfonos celulares, algunas bromas a compañeros, que por el tipo de conversación, no parecían creíbles ante sus respectivas mujeres; es cuando analizo mi situación y recordando el conocido “no hay mal que por bien no venga”, doy cuenta de cuanto me ahorré en teléfono, gracias a que mi Gallega no me quiso dejar solo.
En pocos minutos, ya estábamos dentro un taller de camiones, donde luego de diagnosticar el desperfecto, practican una reparación de emergencia; vuelve en buen humor, las bromas entre mis compañeros, lógicas mecánicas aplicadas a lo “argento”; un compañero, de visita por Casilda pues viajó en otro transporte, se llega hasta el taller, pues no podía creer que aun no terminaba nuestro periplo de protesta. Si aplicamos la ley laboral, fue este el día mas largo!; fueron 13 horas ininterrumpidas, de las cuales nada ni nadie, mencionaría el respectivo reclamo como horas extras.
Ya se, que el “nunca mas” en este bendito país, es una de las tantas utopías autóctonas; de todas formas, haré todo lo humanamente posible, para que no se vuelva a repetir; obvio que me refiero, a mi participación en estos apoyos obligatorios, y no a la concentración de protesta; pues la manifestaciones populares han pasado a ser un modo de vida; algunas con altos costos económicos, otras con reales riesgos de muerte, varias con motivos ocultos de publicidad y todas en general, tan solo para alimentar el ego de sus organizadores; sumando una mas a la teoría, de lo peligroso e impredecible del “hombre masa”, el sin sentido de la movilización sin principios, lo efímero de la lucha en un país sin memoria. Indigna escuchar a emuladores, leedores parciales de nuestra historia, citando a verdaderos luchadores del todo o nada, intentando ocupar su lugar, para hacernos creer poseedores, de sus mismos ideales y virtudes.
Lo bueno, es el fin de esta crónica de un día accidentado; lo malo, sigue siendo el mismo panorama, escenario repetido en nuestra historia, de futuro incierto!, lucha de poderes económicos con toma de rehenes!.

2 comentarios:

JOSU dijo...

Que una mala experiencia no derrumbe la virtud que tienes, que a pesar de la edad sigues siendo un rebelde. Genuino .
Los desengaños son mochilas en la espalda... pero estamos hechos de otra pasta, y a pesar de los pesares, seguimos en pie. Incombustibles. Aunque no necesariamente haya que acudir a las cienmil convocatorias, cada dia mas esteriles e ineficafes. Cuando cada uno haga su propia revolucion, en lo cercano y conocido, en lo tangible y lo cotidiano, en nosotros mismos... posiblemente , entonces, sea el principio de algo.
Revolucion y vida. Y calorcito para vuestro invierno.
Un abrazo desde Euskal Herria.
JOSU

mabel casas dijo...

paco
después de casi un año descubro este posteo y me llevo dos gratas sorpresas
i que el texto tiene de todo y para decirse hay que seguir a pesar de...
porque en un año lo de fondo lo político no cambio nada
y seguro tampoco en lo afectivo hermoso de tu vida tampoco, ya que seguirás disfrutando el abrazo de la Gallega...es tan cálida esea imagen aunque le ponfas sátira detrás. y en cuanto a que las cosas como tu mucro de ese día...salen patas pa arriba...suele pasar con cada cosa diaria que esperás funcione apenas nada de primer mundo,y la frustación sube...

2 la otra fue encontrar las palabras de josu y me emocionan y me llenan de ganas de seguir
porque es cierto la revolución nuestra de sí mismos esa gana...no dejar de resistirnos ante todo aunque nos traten de fuera de época ya que todo lo trapisondo parece que es lo lógico

un gusto leer besos