miércoles, 7 de marzo de 2007

El placer de la anarquía.

Solo se trata de encontrar la formula perfecta, el balance soñado entre lo practico, lo humanamente perfecto; el ritual imprescindible que lleve a la armonía natural. No pretendo aplicar ninguna política perimida, ni asociar ideas para promocionar alguna moda descerebrada; solo “anarquía”, según mi diccionario de la Real Academia Española: fig. “Desorden, confusión por ausencia o flaqueza de la autoridad correspondiente”.
En mi humilde caso, paso a ser la autoridad correspondiente, no por ausencia, sino por flaqueza!; quien pretendería por mas enfermo de delirante absolutismo, detener la lluvia, ocultar el sol, modificar la velocidad de la tierra; ese mismo paralelo aplico a la voluntad de ordenar mi vida, mi relación matrimonial, mi hogar.
Uno de esos viejos adagios llenos de sabiduría, reza: “si no puedes con el enemigo, únete a el”; no es nada fácil, pero mi única salida fue aceptar vivir en anarquía. Desde niño aprendí a ser ordenado, casi ostentadamente pulcro, según cuentan; de joven creía y aceptaba “el orden” como única forma de vida, fueron esos años donde todo lo que no cumplía con el orden pre establecido, era considerado terrorismo; uno termina adoptándolo por miedo o realmente convencido con que “otra no hay”; pero formamos una familia, y a los pocos años, ya teníamos nuestro pequeño hogar; todo cambió, ya los horarios de almuerzo y cena eran al azar; nunca acertaba donde encontrar mis calzoncillos sin agujeros; suponer el lugar donde dejamos la llave de la puerta principal, minutos antes de viajar en colectivo, era necesario concentración mental, segundo a segundo, seguimiento minucioso movimiento por movimiento de nuestros actos anteriores.
Al sumar nuestros hermosos hijos, nuestro hogar inundó de felicidad y creció exponencialmente la anarquía; era natural levantarse a los tumbos y pisar en el pasillo un pequeño auto de colección; pegarle de lleno a un cencerro, colgado en la puerta del dormitorio (valla a saber uno, porque enigmático designio); descubrir, después de usarla por supuesto, que la toalla fue confundida con un pañuelo para nariz; encontrar nuestra alianza de oro, entre las alhajas de fantasía, en la caja de juguetes de nuestra pequeña niña; buscar semanas enteras documentación muy importante, para encontrarla sorprendentemente decorada con rayas de colores; adivinar cual fue el cepillo de dientes, usado para lavar la boca de “Silvestre” (nuestro gato); todo era posible, en la dimensión de nuestra anarquía.
Hoy, luego de 27 años, ya lo tengo asumido, la anarquía es mi vida, mi amante lujuriosa, mi dueña por defecto; encontrar la felicidad aceptando mi destino, no es caer en el facilismo, hay que poseer toda la paz interior, para no reaccionar violentamente al encontrar nuestra mascota “el Chuletas”, durmiendo placidamente sobre mi almohada; o contenerme para no buscar al culpable, que dejó el CD instalador de Windows XP, en la caja de “Bandidos Rurales” por Leon Gieco, aquí nada se pierde, todo se traspapela (decía un viejo compañero de trabajo). No es utopía, se puede vivir en la total anarquía, buscar la felicidad, se debe, por decreto humano existencial; quien desee sufrir el absurdo y aburrido orden, que lo sangre!, yo seguiré disfrutando de la absoluta libertad, que me regala nuestra ancestral y democrática anarquía familiar.

3 comentarios:

mabel casas dijo...

Achaval H

estupendo!!!
escribís con un supuesto aire de ingenuidad..de linealidad,pero hay un trasfondo lúcido y de camino hecho
donde el valor de las cosas simples toman jerarquía y las reglas preestablecidas que no llevan a ninguna parte si son con miedo o poder,toman la dimesión de no ser necesarias al contrario.
esa anarquía que describís es el desorden necesario de ser libres no libertinos,descubrir pequeñas reglas del grupo(como saber que una cosa hay que buscarla en el lugar menos esperado..)
la armonía no tiene precio y si la anarquía es la que ayuda a ella bienvenida sea
me gustó muchísimo,tus relatos son postales de la vida real con una valiosa filosofía de mirar la vida en positivo e ir aceptando que uno también debe cambiar

cariños
mabel

mabel casas dijo...

Regreso,anduve por el blog de Josú y pregunto...vamos que fontanarrosa es un genio total y ha de ser interesante un párrafo de él en la pag 123...me gustaría que lo posteras...así de paso seguimos reflexionando desde cada aporte de los que lo hemos hecho...
cada párrafo cada autor tiene algo qe trasmitirnos y de paso crecemos con otras bases en esto de escribir
ahora si me voy ...

Anónimo dijo...

aquí nada se pierde, todo se traspapela... que buena frase!
Y que post tan bonito dn. Paco... así es la cosa... yo soy ordenada, y mis maridos no... al chico como le voy a ordenar los legos, si me encanta que construye unas cosas que son dignas de un futuro arquitecto, o escultoro no, pero lo pasa de miedo y más encima aprende a trabajar con continuidad... claro que no se meta a su pieza de noche... porque se cae y se entierra alguna pieza de arte en el ojo! Y al grande... un poco de vida privada se debe tener, lo dejo entonces ser dueño de su despelote (el sueldo es mío! jejejeje de que me rio???? buaaaaah!)
Y sin embargo la estética lo es todo: hay desorden bonito y desorden feo... o me va a decir que no? ah?